José Fernando durante el juicio en Sevilla por agresión y robo. AGENCIAS

La Policía caza a José Fernando con 7 gramos de cocaína

No entrará nuevamente en prisión ya que los agentes no encontraron indicios de tráfico de drogas

p.flórez

Jueves, 12 de junio 2014, 17:52

Dice el refrán que "vuelve la burra al trigo". El hijo de Ortega Cano y Rocío Jurado sigue sin cambiar de actitud y esta vez ha sido multado por la policía al llevar 7 gramos de cocaína en una sola pieza, tan solo mes y ... medio después de su salida del Instituto Galeno de Sevilla.

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Una patrulla de paisano registró a José Fernando el pasado fin de semana y le decomisó una bola de cocaína de 7 gramos, según publica diariodesevilla.es. Sin embargo, al no llevar una cantidad elevada de dinero, balanza de precisión o utensilios para cortar droga, los agentes no encontraron indicios que evidenciaran un delito de tráfico de drogas.

Por este motivo José Fernando no entrará nuevamente en prisión. Los agentes, en el momento del registro, le impusieron una sanción administrativa por tenencia de sustancias estupefacientes en la vía pública que conlleva el pago de una multa por la infracción de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana 1/1992.

Y pese a pedir perdón ante el juez por el robo y agresión que provocaron su ingreso en la cárcel en noviembre de 2013, parece que no se ha lamentado de sus errores y vuelve a las andadas.

El hijo de Ortega Cano, entró poco después de su estancia en prisión en la Clínica Hipócrates de Barcelona, aconsejado por su 'hermano mayor' Pepe El Marismeño, aunque el abandono se produjo rápido. Y de nuevo, siguiendo las recomendaciones de 'El Marismeño', -que lleva una década desintoxicado-, acudió poco después al Instituto Galeno de Sevilla que él mismo regenta y del que fue más tarde expulsado por incumplimiento de las normas del centro en reiteradas ocasiones.

Por esta vez los actos de José Fernando no conllevarán un proceso judicial, pero si sigue por estos derroteros su futuro no se ve muy prometedor. Tanto él mismo como Michu, una de sus ex novias, ya admitieron públicamente su adicción a sustancias psicoactivas.

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