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Martín Fiz, Iván Fernández, Iván Sánchez, Maite Zúñiga, Blanca Lacambra o Antonio Peula. Todos ellos han corrido hasta desgastar el tartán de la pista de atletismo de Mendizorroza o casi cualquier calle de Vitoria. También se han llenado de barro hasta las cejas en algunas de esas tardes frías y lluviosas que exigen una disciplina espartana para no optar por quedarse en casa y aparcar las zapatillas en un rincón. Son algunos de los máximos exponentes que ha dado el atletismo alavés en las últimas décadas. A ellos ha proporcionado cobijo, cariño e impulso la Federación Alavesa de Atletismo. Con ella colabora EL CORREO en la organización de una prueba mítica de la provincia como la Media Maratón de diciembre, pero también en la difusión de la actividad diaria de una disciplina arraigada en el ADN alavés.
«La federación se encarga de la promoción del atletismo y la gestión de todo el calendario de competiciones», expone su presidente, Andrés Sánchez. Suena fácil, aunque el día a día de una entidad modesta no lo sea en absoluto. Para ello hace falta que el mecanismo formado por clubes, técnicos, jueces o administrativos no deje cabo sin atar. Siete personas trabajan directamente en su sede en algunas de esas tareas, aunque su funcionamiento sólo se entiende desde el trabajo incansable y altruista de todos los eslabones. Es decir, meter muchas horas por un cariño común hacia el atletismo.
Todo ello permite un feliz diagnóstico por parte de su presidente. «El atletismo alavés está en un buen momento», sentencia convencido Sánchez, que menciona a Majida Maayouf como una de esas grandes bazas. Esos nombres que encabezan el primer párrafo los cita también de carrerila el propio Sánchez. Al fin y al cabo, él y su equipo han sido testigos de su crecimiento. Lleva desde 1981 –con la salvedad de ocho años en los que dirigió la Vasca y fue vicepresidente de la Española– a pie de pista. Confeccionando un calendario con pruebas para los más exigentes, pero sin olvidarse del espíritu popular del atletismo de base.
Aunque ahora, asume, llega el momento de que otros «recojan el relevo». La metáfora encaja a la perfección. Pide a los que lleguen que «continúen para delante», apoyando a los atletas consolidados y también a los que vendrán. «Tenemos las escuelas que están alrededor de los clubes que están trabajando muy bien. Están empezando a salir chavales y chavalas que estarán en el panorama», augura. Y que la Federación Alavesa de Atletismo seguirá ahí, a su lado, como esa liebre silenciosa indispensable para que den su mejor versión. Al atletismo alavés le queda fondo para seguir compitiendo.
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