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Luis López
Miércoles, 11 de febrero 2015, 01:18
La plantilla de Kutxabank está en estado de shock. Tras años escuchando que el banco vasco es ejemplo de rectitud y profesionalidad, de valores y compromiso social -siempre en contraste con los escándalos que sacudían al sistema financiero español-, ahora llega la tormenta perfecta. Y, ... de postre, se enteran de que su presidente, Gregorio Villalabeitia, cobra un 73% más que su antecesor porque el consejo de administración le ha subido el sueldo hasta los 800.000 euros, tal y como adelantó ayer EL CORREO.
«Ese salario es inadmisible», se arrancaba ayer la sección sindical de CC OO, la central mayoritaria en el banco, antes de criticar que una subida del 73% es de «imposible justificación». Una retribución de 800.000 euros es, para los sindicalistas, «desproporcionada tanto en el entorno salarial del equipo directivo de Kutxabank como, sobre todo, en la sociedad actual». En una nota remitida a los medios CC OO tira de memoria histórica para recordar que el banco, como heredero de las cajas vascas, «siempre ha hecho gala de ser una entidad de otro tipo, más apegada a los valores sociales que el resto de bancos, y este salario la aleja de este tipo de valores».
Además, la central es muy crítica con la trayectoria de la entidad en los último años al entender que los partidos políticos y poderes económicos han sido los que obligaron a las cajas a convertirse en bancos para «eliminar la luz y los taquígrafos que ofrecían la presencia de la plantilla y la clientela» en los órganos de gobierno. «Ahora nos encontramos con la entidad más politizada que nunca, con sistemática presencia en los medios de comunicación, investigados por la Fiscalía y con escándalos como el salario del presidente».
Semejante panorama genera en CC OO una «profunda preocupación», por lo que pide a Villalabeitia que dé marcha atrás. Esto es, que admita que «ha sido un error fijarse un salario tan elevado», y «le conminamos a que lo corrija».
ELA, la segunda central con más presencia en la entidad vasca, hace un razonamiento muy parecido al ver en la politización de Kutxabank el origen de sus males. En este sentido, endosa la responsabilidad del «estratosférico» sueldo de Villalabeitia a «quienes le han contratado». ¿Quiénes son? La central nacionalista apunta a los políticos que están en su consejo de administración y en los patronatos de las fundaciones bancarias, que son sus accionistas, y donde el PNV tiene una aplastante mayoría. «Son los mismos políticos que piden sacrificios a los trabajadores y moderación salarial». Así que los 800.000 euros de Villalabeitia son vistos como «una auténtica barbaridad, una indecencia, una falta total de respeto al conjunto de la sociedad» en un momento en el que el desempleo sigue siendo un problema sangrante.
Atractivo para inversores
De hecho, el sindicato nacionalista percibe semejante sueldo como una representación clara de la «privatización con mayúsculas». Y es con el fin de dar entrada a socios privados por lo que Villalabeitia ha mostrato su obsesión por la rentabilidad, «para que el producto sea atractivo» para los inversores.
Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, no quiso pronunciarse sobre el sueldo del presidente de Kutxabank porque que el Ejecutivo autonómico «no tiene nada que decir».
La revelación de la retribución de Villalabeitia ha suscitado también interés por lo que cobran los presidentes de las viejas cajas. Según ha sabido este periódico, Xabier Sagredo, de BBK, llega a los 150.000, mientras Fernando Aránguiz, de Vital, se queda en 75.000. Xabier Iturbe, de Kutxa, percibe 316.000 pero en calidad de vicepresidente de Kutxabank.
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