Virginia Berasategui: "Cada día me pregunto por qué me dopé"

Ahora, cuando está a punto de transcurrir más de un año desde que la atleta afirmara estar pasando "uno de los peores momentos de su carrera", ha querido reivindicar su carrera como triatleta y ha desvelado que ha iniciado un nuevo camino profesional para enseñar el triatlón a los más jóvenes. La deportista ha puesto en marcha un campus en Gorliz y no descarta volver a competir algún día.

"Mi cuerpo está destrozado"

El pasado 26 de junio, Virginia, arropada por su padre, Javier Berasategui, leyó entre sollozos un comunicado. "Estoy aquí para dar la cara y pedir perdón. A lo largo de mi trayectoria he pasado centenares de controles y siempre ha quedado claro que he jugado limpio. Ahora, al final de mi carrera, he caído en la peor equivocación en la que puede caer un deportista", declaró. Berasategui, entonces a sus 37 años, comenzó su relato indicando que "mi cuerpo está destrozado por numerosas lesiones y mi mente rota por los sacrificios y la exigencia que conlleva este deporte. Los últimos tres años han sido un sin vivir pensado en la retirada y en empezar a construir una vida distinta. La realidad es que no sé si estoy preparada para lo que me espera fuera".

La triatleta, que no apeló al contraanálisis que se notificó el 14 de junio, declaró que "sé que mi acto de debilidad ha sido muy grande. Perdón a toda la gente que he defraudado, especialmente a aquellas personas que siempre han creído en mí, a mis patrocinadores y a las instituciones".