CR7, dos Mundialitos pero poco brillo

«Nunca vendrá otro jugador como él al Real Madrid. Pueden llegar otras figuras, pero ninguna va a conseguir lo que ha logrado él. Cristiano tiene una motivación tremenda. Ya sea en un amistoso o en los entrenamientos, siempre quiere ganar. Es muy complicado lo que está haciendo. Chapeau por él y por sus trofeos. No es exagerado decir que Ronaldo es el mejor jugador en la historia del club», resumió Zinedine Zidane en la previa de la semifinal ante el América de México.

En 2008, con el Manchester United, Cristiano ya se presentó en Japón como la gran estrella del momento (ese año ganó su primer Balón de Oro). Aunque marcó el segundo gol en la victoria en semifinales ante el Gamba Osaka (5-3), el protagonismo se lo llevó su compañero Wayne Rooney, autor de dos goles ante los japoneses y del tanto en la final contra el Liga de Quito ecuatoriano. El crack de Madeira acabó como segundo mejor jugador del torneo, detrás de Rooney.

Ronaldo participó en 2014 por segunda vez en el Mundial de Clubes, en esa ocasión en Marruecos. Disputó los 180 minutos del torneo, pero no anotó. Ni siquiera lo hizo en la goleada blanca en semifinales ante el Cruz Azul mexicano, un 4-0 con goles de Sergio Ramos, Karim Benzema, Gareth Bale e Isco. En la final, ante San Lorenzo de Almagro, volvieron a marcar Ramos y Bale (2-0) y CR7 se marchó de vacío a casa y sin el protagonismo que un jugador como él ansía. Quedó de nuevo segundo en la elección al mejor del torneo, superado entonces por su compañero Ramos.

En 2016, Ronaldo tiene al fin la oportunidad de brillar, aunque de todos modos acaparará los focos. Por algo es el máximo artillero de la historia del Real Madrid (341 en 326 partidos) y de la selección lusa (68 en 136 encuentros), el único con cuatro Botas de Oro y el recordman de goles en competiciones europeas (96 contando las rondas preliminares).