Loyzaga.
Brasil 1954

Un filipino inesperado

Estados Unidos, Brasil y Filipinas formaron el podio de un torneo que se jugó en dos fases de liga (preliminar y ronda final)

Javier Bragado

Jueves, 28 de agosto 2014, 19:45

Malos presagios anticipaban el torneo de 1954. Primero, la organización tuvo que sustituir a Sao Paulo como sede después de que el mal tiempo revelara que el techo del pabellón era inestable. Después, las malas relaciones de Brasil con los países comunistas dejaban fuera de ... la competición a varios equipos y la participación europea se limitaba a Francia y Yugoslavia. Así, en el marco de la incipiente Guerra Fría se había formado un cuadro de participantes variopintos en el que se mezclaban países de reciente independencia como Israel, Formosa y Filipinas. Precisamente fue el representante del archipiélago asiático el que mejor actuación tuvo tras superar la convulsa situación en torno al territorio poco antes ocupado por Japón.

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Desde la isla de Mindoro llegaría uno de las estrellas de aquellos días en el Maracazinho y trasladaría a Filipinas al podio de la competición. Se trataba de Carlos Matute Loyzaga, un descendiente de vascos que había empezado a jugar con sus hermanos y cuya inusual altura (1,91 metros) le había abierto un hueco entre los jugadores del país.

Estrella de su tiempo

"La gran diferencia" era el sobrenombre con el que fue bautizado por el narrador Willie Hernández, porque cuando el pívot se ausentaba su selección perdía muchas opciones para ganar y cuando se presentaba había opciones para obtener un buen resultado. Disponía de "un repertorio interminable de habilidades, un juego impecable, una armonía mental y física" relataban los cronistas de la época al describir a un jugador que lideró a los filipinos al tercer puesto con dos únicas derrotas (Estados Unidos -los campeones- y Brasil -los anfitriones-). Con 24 años se convirtió en el tercer máximo anotador del torneo y entró en el quinteto ideal gracias a sus buenas dotes para el tiro (61,4% de acierto).

Todavía es considerado en su país como un jugador imposible de repetir aquel chico nacido en San José había aprendido a jugar en el 'Teresa Basquet Court', una pista que hoy se mantiene cerca del centro comercial Newton plaza en el barrio manileño de San Mesa. Actualmente vive en Australia y reconoce que el juego de entonces no se parece al actual, pero los aficionados conservan la referencia de aquel atractivo joven que respondía al nombre de 'Caloy' que con su tiro y rebote les llevó a lo más alto de su historia.

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