Baloncesto de alta costura en Milán

Su compañero Sergio Rodríguez está en un estado de forma superlativo, Mirotic -como Juan Carlos Navarro, en el Barcelona- es un talento capaz de cambiar el rumbo de cualquier competición en un brote de inspiración. Sonny Weems, Nemad Kristic, Schortsanitis, Hickman... quién sabe dónde saltará la liebre. Y que nadie se olvide de los blaugranas Papanikolau o Ante Tomic, el más destacado pívot de está campaña, que suma la oportunidad y el sigilo propios de un asesino profesional que poco a poco va cocinando los partidos para terminar sirviendo la victoria en bandeja de plata a sus compañeros.

El show ya ha empezado este jueves en una impresionante 'fan zone' instalada en la plaza del Doumo milanés. Si aún no lo ha hecho, suba al tejado del templo (previo pago, claro) y échese una siestecita al sol lombardo mecido por la brisa de los Alpes. Divino. El baloncesto arrancará a las 18.00 horas del viernes con el cruce entre ruso e israelíes. Messina contra Blatt. Kristic contra Schortsianitis, Khryapa contra Weems, Teodosic contra Ohayon. Golitat contra David. Cuidado. Los macabeos son el convidado de piedra en esta función, pero bien podrían dar la pedrada y derribar el muro moscovita, la mejor defensa de Europa. En el baloncesto como en la Ópera -y en Milán de eso saben mucho- la cosa no acaba hasta que canta la el Sofoklis.

Más interesante para nosotros es el duelo madrileño catalán de las 21 horas. Un encuentro con fuertes vinculaciones a Vitoria. Pablo Laso dirige el banquillo blanco. Marcelo Huertas (algún día temndremos que hacerle mayo, no) y Brad Oleson -ambos exbaskonistas-, el ataque de los blaugrana. El duelo será de alto voltaje. Más aún tras la pésima competencia del Madrid en la última jornada ACB en la que solo el amor propio de Mirotic evitó una paliza de escándalo al líder de la Liga Endesa. No me preocupa, aseguró el entrenador alavés tras el partido. Estaba claro que la vista y el ánimo del actual subcampeón europeo estaba, y está, en Milán. El Madrid mide sus logros a nivel continental (ahí está la obsesión -bendito mal- por la Décima en el fútbol).

El partido no puede ser más atractivo. En la banda, dos enfoques. Laso, a lo Adam Smith. Confianza en la invisible mano del talento. Sonrían, señores. 'Chacho' dale caña. Por contra, Pascual es un Bismark moderno. Las cosas atadas y bien atadas. Esta para Tomic, aquella para Nachbar. Todas para Navarro. ¡Espera!, que Abrines se ha entonado. Y qué bueno es Oleson, con ese trote cochinero en el que parece que no se mueve.

El problema para los catalanes es que la rotación de los castellanos es infinita. Un fondo de armario reforzado por las aportaciones de la segunda unidad y lo letal que es siempre en estas ocasiones la vieja guardia. Felipe Reyes. No hay que decir más. Del resto de la plantilla, elijan cinco al azar y les sale un quinteto titular en el 95% cualquier equipo ACB. ¿Alguien cree que Mejri chuparía banco en cualquier otro grupo? Puede que el juego haga jirones este traje a medida del máximo rendimiento deportivo., pero sobre el papel, el Madrid ya puede ir haciendo hueco en sus vitrinas

Pronto saldremos de dudas. El domingo a sobre las 22 horas tendremos campeón. La pasarela de Milán arranca con un equipo al que la Euroliga le queda como un guante. Un ejército rojo de inmejorable percha, que se cree ya en la final. Un conjunto elegante y de impecable factura que tiene el más brillante complemento en la 'Bomba' y el resultón 'pret a porter de los talleres de Tel Aviv, que no tendrá la clase de sus tres compañeros de viaje, pero que ya ha demostrado lo que es capaz de hacer con el mejor paño; el de un Armani Milan que se las prometía muy felices en su final doméstica y que tendrá que verlo desde la grada.