Clara Campoamor afirma que el falso Shaolín es "un asesino en serie"

Juan Carlos Aguilar, acusado de las muertes de la mujer nigeriana Maureen Ada Otuya y de la colombiana Jenny Sofía Rebollo, se enfrenta a las peticiones de entre 40 y 45 años de prisión

europa press

Viernes, 17 de abril 2015, 00:11

La presidenta de la Asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, ha afirmado este jueves que no tiene "ninguna duda" de que el falso monje shaolín, Juan Carlos Aguilar, acusado de las muertes de la mujer nigeriana Maureen Ada Otuya y de la colombiana Jenny Sofía ... Rebollo, es "un asesino en serie" y actuó "con ensañamiento".

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Además, se ha mostrado convencida de que, si no llega a ser detenido por la Ertzaintza, el acusado habría cometido "muchas más muertes, más asesinatos".

Aguilar será juzgado en la Audiencia Provincial de Bizkaia, a partir de este viernes 17 de abril por el asesinato de ambas mujeres. El imputado será trasladado desde la prisión de Dueñas de Palencia a la cárcel de Zaballa, en Álava, para sentarse en el banquillo de los acusados y enfrentarse a las peticiones de entre 40 y 45 años de prisión e indemnizaciones superiores a 250.00 euros por parte de la Fiscalía y las acusaciones particulares y populares.

La presidenta de Clara Campoamor, asociación que ejerce la acusación popular, ha dicho tener claro que, al margen de lo que el acusado mantenga, en los dos crímenes que se juzgan hubo "ensañamiento y premeditación". "A saber lo que había detrás (de los dos asesinatos), algo a lo que no se ha podido llegar. Además, tenemos la violencia de género de la que era su compañera", ha señalado.

Ruiz ha insistido en que la actuación de la Policía vasca impidió que se hablara de "más muertes y asesinatos", porque, según ha insistido, Aguilar es "un asesino en serie".

Asesinatos con alevosía

Aguilar fue detenido por la Ertzaintza el 2 de junio de 2013 en Bilbao tras haber golpeado "salvajemente" en el gimnasio de su propiedad a Maureen Ada Otuya, de nacionalidad nigeriana, que ingresó en estado de coma en el Hospital de Basurto, donde falleció tres días más tarde.

Durante el registro del gimnasio y el domicilio en el que residía en la calle Iturriza, la Policía vasca encontró el cadáver descuartizado de otra mujer, Jenny Sofía Rebollo, natural de Colombia.

Durante el juicio, que se iniciará este próximo viernes, están llamados a declarar ertzainas, además de testigos y médicos forenses y facultativos del Instituto Vasco de Medicina Legal. Además, han solicitado que en la vista oral se proceda al visionado de los vídeos y fotografías, en las que aparece Jenny Sofía Rebollo, supuestamente narcotizada, y otras mujeres con las que el acusado había mantenido relaciones.

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En el escrito de calificaciones provisionales, la Fiscalía califica estos hechos como dos asesinatos con alevosía, por los que pide 20 años de cárcel por cada uno, además del pago de más de 286.000 euros de indemnización a las familias de las víctimas.

La acusación popular, ejercida por la Asociación Clara Campoamor, y las acusaciones particulares, que representan a los parientes de las dos mujeres, elevan la petición de penas hasta los 45 años, al entender que en el caso de Ada Otuya, el falso monje actuó además con ensañamiento.

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También aumentan la reclamación de indemnización a más de 385.000 euros.

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