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Viernes, 17 de abril 2015, 12:48
Juan Carlos Aguilar, de 49 años, conocido como el falso monje saholín, ha admitido hoy los asesinatos de la mujer nigeriana Maureen Ada Otuya y la colombiana Jenny Sofía Rebollo, cometidos en 2013 en Bilbao. "Sí, reconozco todo", ha respondido Aguilar al ser ... preguntado por el fiscal si reconocía los asesinatos de ambas mujeres al inicio del juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia de Bizkaia.
Puesto en pie, el falso shaolín ha respondido a las preguntas del Ministerio Público, con escuetas afirmaciones y gestos de cabeza. De esta forma, se ha mostrado de acuerdo con el reconocimiento de ambos asesinatos. Aguilar no ha respondido a las preguntas del resto de acusaciones.
El fiscal le ha interrogado sobre los hechos recogidos en su escrito, que ha admitido el acusado. De esta manera, ha reconocido que a las 3.00 horas del 25 de mayo de 2013, se encontraba en el interior de su vehículo, un Mitsubishi, en la calle General Concha de Bilbao cuando apareció Jenny Rebollo, a la que ha dicho no conocer con anterioridad. Posteriormente, ambos se dirigieron al gimnasio que éste regentaba, ubicado en la calle Máximo Aguirre, y allí, actuando "de manera súbita, imprevista e inesperada, sin dar posibilidad alguna de defensa" la agredió y la mató. Después, según el texto leído por su abogada, diseccionó el cadáver.
También ha admitido que, sobre las seis de la mañana del 2 de junio del mismo año, abordó a Maureen Ada Otuya, y se dirigieron al gimnasio con intención de mantener relaciones sexuales. La mujer intentó huir y, entonces, el imputado la devolvió al interior del local. Posteriormente, tras atarla por las muñecas y el cuello, la golpeó y la estranguló con una soga y bridas hasta acabar con su vida, "actuando de manera súbita, imprevista e inesperada, sin dar posibilidad alguna de defensa".
Sin embargo, la escena fue presenciada por una testigo, que llamó a la Ertzaintza. Los agentes lograron entrar en el gimnasio y encontraron en el citado habitáculo a Aguilar, con el torso desnudo y las manos ensangrentadas, junto a Ada, herida y con ataduras en las manos, los pies y el cuello. La mujer ingresó en estado de coma en el hospital de Basurto, donde falleció el 5 de junio.
Tras contestar afirmativamente a las preguntas que le iba haciendo el fiscal, Aguilar se ha negado a contestar las preguntas que han planteado los abogados de las acusaciones particulares, ejercidas por las familias de ambas mujeres.
Indemnizar a las víctimas
Al comienzo del juicio, la abogada defensora de Aguilar ha leído un escrito en el que el acusado reconocía la autoría de los hechos como "dos asesinatos con alevosía", y comunicaba que tiene intención de indemnizar a las familias de las víctimas con la liquidación de sus bienes, ahora embargados.
Una vez que ha reconocido los hechos, el juicio se centrará en demostrar si Aguilar mató además con "ensañamiento" a Ada Otuya, lo que reclama la acusación particular pero que no ha sido admitido por el procesado. La Fiscalía ha calificado los hechos como dos asesinatos con alevosía y ha pedido 20 años de cárcel para el acusado por cada uno de ellos. Las acusaciones piden un total de entre 40 y 45 años para el procesado.
Cinco hombres y cuatro mujeres integran el tribunal del jurado. Desde poco antes de las doce del mediodía ha comenzado a conformarse la Sala, que está presidida por el magistrado Manuel Ayo, presidente de la Audiencia Provincial de Bizkaia.
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