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Zuia necesita un nuevo colegio. Así lo sigue defendiendo su alcalde, Unai Gutiérrez, frente a la decisión del Departamento de Educación de paralizar el proceso de licitación para reconvertir el antiguo convento de los Paules en centro educativo y que ayer adelantó EL CORREO. ... Y es que, desde su punto de vista, el actual colegio de primaria, Virgen de Oro, ha agotado su validez para albergar alumnos. «No cumple con cuestiones de accesibilidad, patios o zonas deportivas cubiertas que fija el propio Gobierno vasco», denuncia el regidor de EH Bildu.
Unas deficiencias que, según Gutiérrez, el consejero Jokin Bildarratz pudo comprobar en una visita que recientemente realizó a este centro y que tuvo lugar justo después de echar el freno a la reforma del inmueble de los Paules. En este encuentro se planteó la posibilidad de reformar Virgen de Oro -que cuenta con casi medio siglo de vida-, pero que el dirigente de la izquierda abertzale no contempla por su escasísima capacidad de expansión al estar rodeado de carreteras y el puesto de la Guardia Civil en Murgia.
Por eso, el alcalde insiste en rehabilitar el convento de los padres Paules que el Ayuntamiento adquirió hace cinco años por 1,65 millones de euros y que si no se aprovecha para esta cuestión quedará temporalmente sin ninguna clase de uso. Pese a la decisión más reciente y las contundentes afirmaciones que aparecen en su expediente, el Ejecutivo autonómico tampoco rechaza esta posibilidad. «No se descarta ninguna opción», subrayaron el lunes sus portavoces a este diario.
Esta compra no se hizo por capricho u oportunidad inmobiliaria, sino «a instancias» de Educación y tras mantener «conversaciones» con los responsables del departamento en esa época (2016), asegura Gutiérrez. Algo similar había sucedido a principios de la pasada década, cuando el Consistorio gastó 1,8 millones en otra parcela en la que se barajó levantar dos edificios escolares. Una inversión global de 3,4 millones para una localidad de 2.300 vecinos que, plantea el regidor, sería conveniente aprovechar. Ahora mismo, técnicos municipales y del Departamento de Educación analizan las diferentes opciones sin cerrar la puerta a ninguna.
Gutiérrez no obvia que la tasa de natalidad y en consecuencia el número de matriculaciones ha caído de manera evidente en los últimos cursos -el principal argumento que esgrime Educación-, pero no admite que sea una justificación para abortar esta obra que arrancó su proceso de licitación en 2019. «Esto no puede condicionar que este municipio y su zona rural tengan unas instalaciones educativas en condiciones», demanda el regidor de la cabecera de la cuadrilla de Gorbeialdea.
«El centro Virgen de Oro tiene más de medio siglo de vida y una parte más moderna que ya cuenta con veinte años», explica el alcalde sobre un centro que hasta hace poco tenía que utilizar módulos prefabricados para dar clase a algunos de sus alumnos que no cabían en el edificio convencional.
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