Álava comienza a prohibir esta semana el uso de agua de riego y llenado de piscinas

Supondrán una inversión de 35 millones de euros para construir una presa de 0,5 hectómetros cúbicos, una estación potabilizadora nueva y la renovación de tomas y conducciones de agua, pero «no tenemos fecha de inicio», asegura.

En realidad, la historia se repite. En mayo, los ayuntamientos de Zuia y Urkabustaiz ya tuvieron que restringir el uso del agua en una primavera especialmente seca. La situación se recuperó un poco con las lluvias y tormentas de junio, pero vuelven a estar sin agua. «No podemos garantizar la reposición de los caudales que se consumen», subraya Gutierrez. La escasez se agrava por el ligero aumento de la población, que pasa de los 2.300 habituales a cerca de 2.700 en verano. La consecuencia es que «se usa más agua», detalla el alcalde, que espera recuperar la normalidad en septiembre.

El propio Plan Director de Abastecimiento y Saneamiento de Álava ya recoge que en el caso de Gorbeialdea, los problemas de abastecimiento afectan incluso a su desarrollo urbanístico. El documento señala que «el cauce del río Baias se ve afectado de forma recurrente durante la época estival al no disponer de caudal suficiente para cumplir el régimen de caudales ecológicos establecido y satisfacer las demandas de los municipios de Zuia y Urkabustaiz, que toman el recurso de sus aguas y cuyas demandas se ven además incrementadas en los meses de verano. Esta problemática se viene arrastrando desde años atrás, por lo que precisa de una solución urgente».

Los problemas en el río Baias vienen de lejos. Desde la asociación Ekologistak Martxan, su portavoz, Andrés Illana, afirma que «el río Baias tiene un déficit hídrico importante. Cada vez el tramo que se seca es mayor y lo hace antes». Illana también se refiere a la situación del Arakil, al que tributa el Zirauntza, que abastece de agua a localidades de la Llanada como Salvatierra o Araia.

En esta zona no se han registrado problemas de abastecimiento, como reconoce ayer el alcalde de Salvatierra, Raúl López de Uralde, que sin embargo, pone el acento en la necesidad de garantizar el abastecimiento a la localidad a través de una nueva conducción. «El año pasado se tuvo que restringir el uso de agua porque hubo una avería. Se resolvió mediante un 'by pass', pero la obra sigue pendiente», señaló.

Para Ekologistak Martxan «los ríos de la cuenca mediterránea van a tener cada vez más estrés hídrico. Por problemas de gestión, como ocurre en el Inglares, o de cambio climático como en el Omecillo o el propio Zadorra. A eso, hay que sumar el agua que se detrae de los ríos para riego», especifica Illana.