En zapatillas por una buena causa

Quienes se animen a calzarse las zapatillas por esta buena causa, como es dar un empujón a la actividad que desarrolla Cáritas, sólo tendrán que adquirir un ticket que vale 2,50 euros en la tienda de EL CORREO en la calle Florida número 18 o en la planta de deportes de El Corte Inglés. La recaudación íntegra -en 2018 se llegó a los 4.000 euros- se destinará a la entidad social. La cita es organizada por EL CORREO pero cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento vitoriano, El Corte Inglés, EDP y la Agencia Vasca del Agua-URA así como con la colaboración de La Caixa, Frutas Uriarte, DYA, Coca Cola y el Club de Montaña Iturribero.

La VIII Marcha Solidaria Green promete un paseo cómodo a lo largo de sus 8,4 kilómetros con un recorrido que repite la ruta trazada para la edición de 2014. Los participantes partirán de la plaza de la Virgen Blanca a las 10.30 horas con destino a la estación de tren ubicada en Dato. Caminarán por los antiguos andenes, cruzarán las vías por el paso del duende para llegar a San Cristóbal y de aquí en adelante continuarán por la arteria principal del barrio de Adurza, donde se ubicaban fábricas míticas como la de Hebillas o Fournier. De hecho, pasarán por la calle que lleva su nombre y al final de ella girarán hacia el paseo que conduce a Olárizu.

El recorrido no seguirá el paseo tradicional sino que visitará diferentes espacios para conocer los variados ejemplos de vegetación que salpican este parque -hayas, robles centenarios, álamos, arces...- y seguirá hasta la Casa de la Dehesa, donde se ubica la sede del Centro de Estudios Ambientales (CEA). Aquí, a mitad de camino, se encontrará el avituallamiento para reponer fuerzas. Entonces comenzará el viaje de vuelta por Campo de los Palacios para adentrarse de nuevo en las plantaciones, pasar junto al humedal y salir después a Heraclio Fournier. Tras recorrer el campus universitario hasta el paseo de La Senda se continuará hacia la plaza de España para atravesar la meta, donde habrá regalos y la fiesta final. No habrá pérdida en el trayecto ya que estará todo señalizado y los andarines comprobarán, además, que se cubre sin gran esfuerzo.