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¿Ruido o pantallas que lo limiten? Los vecinos de Zabalgana no saben si es mejor el remedio o la enfermedad. Estos días, desde que el Estudio Informativo del soterramiento del tren en Vitoria quedó expuesto de forma pública el pasado 6 de julio, los ... residentes tratan de desenvolverse entre los centenares de páginas y decenas de gráficos de los que se compone para intentar dar respuesta a la gran pregunta, cómo afectará a su distrito el paso de los futuros trenes de alta velocidad. Su intención es presentar ante el Ministerio de Fomento una «alegación popular» donde muestren su «inquietud» por las soluciones que se adivinan en los planos y que prevén una decena de pantallas de diferentes alturas -de dos a cinco metros- para dar cobertura legal a los rangos de ruido previstos por el incremento del tráfico ferroviario en el corredor, que pasará, como ahora, a unas decenas de metros de algunas fachadas. «Pretendemos dar forma a un documento general donde todos los vecinos se vean reflejados para que tenga un respaldo masivo», avanza la presidenta de Zabalgana Batuz, Zuriñe Lago.
El proyecto del soterramiento del tren en Vitoria afecta a Zabalgana no tanto en la fase de obras, dado que el gran túnel comenzará a excavarse en San Martín -a la altura del nuevo Ayuntamiento- como en la de explotación, cuando esté en uso. En el futuro, los trenes también circularán al aire libre por la traza que divide en dos al gran distrito. La previsión de convoyes más veloces y de muchas más circulaciones obligará a adoptar medidas correctoras para mitigar el ruido de los trenes en zonas como el Bulevar de Mariturri y las avenidas de Naciones Unidas, Zabalgana y Reina Sofía.
¿Qué es lo que propone el estudio de impacto ambiental? Nada menos que un kilómetro y medio de pantallas de doble capa de aislamiento acústico, cuya altura oscila entre los dos y los cinco metros, además de una alfombra para absorber las vibraciones. En concreto, de los doce tramos de pantallas acústicas planteados en el proyecto de medidas correctoras, nueve se sitúan en Zabalgana. El resto se coloca en Crispijana -donde se proyecta la de mayor altura, hasta de seis metros- y en Salburua, en el punto donde emerge el tren desde el subsuelo, una zona de escasa presión residencial a la altura del bulevar que lleva el nombre del barrio.
«El soterramiento debe pensar en lo mejor para el núcleo urbano. El problema es que las instituciones parece que no incluyen en él a Zabalgana», lamenta Lago. En la zona oeste preocupan principalmente dos aspectos. En primer lugar, el impacto visual que supondrán las pantallas acústicas y la vertebración del barrio. «Algunos vecinos van a pensar que su casa es una cárcel cuando solo vean una pantalla. Y la vía va a seguir dividiendo el barrio como si fuese el muro de Berlín», critican desde el colectivo vecinal. En segundo, la vibración y el sonido: «El proyecto habla de que las pantallas protegen las dos primeras plantas de los edificios colindantes, pero no se habla del posible efecto embudo. ¿A qué niveles llega el ruido a las zonas de más altura?».
Las medidas que recoge el estudio informativo del Ministerio de Fomento no convencen a los residentes. Ante la «preocupación» vecinal, Zabalgana Batuz decidió celebrar el pasado lunes una reunión para explicar el proyecto y formar un grupo de trabajo para aunar ideas y plantear posibles acciones. «Nuestra intención es abordar el problema con expertos para sacar posibles soluciones porque, a priori, no parece que sea lo más adecuado para Zabalgana», explica su presidenta. De hecho, el colectivo pretende apurar plazos y presentar en septiembre una segunda alegación, esta vez más técnica, que sea «constructiva y con alternativas» para que «el proyecto mejore a su paso por el barrio».
El informe del Ministerio que acompaña a la extensa documentación del Estudio Informativo de la solución ferroviaria para Vitoria revela que el nivel de ruido «se vería aumentado en todo el trazado, aunque no será muy significativo» y que afectará a una treintena de edificios residenciales y educativos a lo largo de la traza que queda sin soterrar. El tráfico ferroviario también producirá vibraciones, aunque el estudio asegura que no se superarán los límites máximos y que afectará, sobre todo, a los edificios -de uso residencial, cultural, sanitario y educativo- situados en un radio de 70 metros desde el trazado.
12 pantallas acústicas se prevén en todo el trazado, desde Crispijana (2) al nudo de Arkaute (6).
Al aire libre El soterramiento del tren se llevará a efecto en un trazado de 3,6 kilómetros, desde las oficinas municipales de San Martín hasta el bulevar de Salburua. El resto de su paso por Vitoria será como hasta ahora, en superficie y por el mismo lugar.
Preocupación vecinal El Estudio Informativo publicado en julio (y expuesto para alegaciones) avanza que el nivel de ruido será más elevado que en la actualidad en todo el trazado al aire libre dado que se prevén más trenes, a mayor velocidad y también circulaciones de mercancías.
Hasta 6 metros Las pantallas más voluminosas se prevén en Crispijana. En Zabalgana alcanzarán los 5 metros y en el nudo de Arkaute, entre 4 y 5 metros de altura.
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