El acusado, Zakaria A., conversa con su abogado en los prolegómenos del juicio en la Audiencia Provincial de Álava. Rafa Gutiérrez
Homicidio en Vitoria

«Si no hubiera vuelto a por el móvil, no me pillan»

El acusado del crimen de la calle Flandes rechaza el acuerdo por diez años de cárcel entre su abogado y las acusaciones y niega que quisiera matar a Mohamed Amine

Lunes, 28 de marzo 2022, 15:38

El principo de acuerdo era un hecho antes de la elección del jurado popular, compuesto finalmente por cinco mujeres y cuatro hombres. La defensa y las acusaciones habían apalabrado una pena de diez años de cárcel, que en 2026 como máximo sería sustituida por la ... expulsión a Marruecos. El juicio, por tanto, sería una mera formalidad, reduciéndose de cuatro a dos jornadas. Pero el acusado, Zakaria A., sorprendió al rechazarlo.

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De esta manera tan inusual arrancó este lunes el juicio con jurado popular por el homicidio de Mohamed Amine, de 18 años, hace trece meses en la calle Flandes. El 10 de febrero del año pasado murió de una puñalada en la zona izquierda del tórax, presuntamente asestada por el encausado, después de una bronca en la que recibió un puñetazo previo.

El pacto exigía que Zakaria, de 27 años, admitiera su deseo de matar a Mohamed, con quien mantenía una relación tormentosa. Según desgranó este lunes el encausado, la víctima le pegó al menos en dos ocasiones previas y «tenía miedo» de él, aunque también le definió como «amigo». Les unía que la novia del acuchillado era la madre de su hija. Esta mujer declarará hoy.

Zakaria testificó durante tres horas. El fiscal Fidel Cadena -que antes del pacto frustrado pedía 12 años y medio por este homicidio- le sometió a un exhaustivo interrogatorio, en el que el acusado incurrió en cuatro contradicciones respecto a lo asegurado en su primera declaración judicial, tres días después de los hechos. Este lunes se mantuvo firme en que no tuvo intención de matar.

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Aquel 10 de febrero de 2020, agresor y víctima se vieron en dos ocasiones. En la segunda, Mohamed -acompañado de varios conocidos- fue a buscarle a la casa donde vivía con otro amigo, que le había acogido tras salir de la cárcel. Estuvo preso por saltarse la orden de alejamiento de su ex y entonces pareja de la víctima.

Zakaria se refugió en el baño pero le descubrieron y accedió a bajar a la calle. Antes «cogí un cuchillo por seguridad, tenía miedo. He 'pillado' (recibir golpes) con él muchas veces. Siempre me pegaba», soltó. A diferencia de lo que declaró en el Juzgado de Instrucción 1, este lunes desveló que en ese trayecto de la vivienda a la calle recibió numerosos puñetazos y patadas. Cuando Mohamed paró y se marchó con sus amigos, él se levantó y le gritó en árabe «vuelve si eres hombre».

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«Una herida, pero salió mal»

En ese momento ya tenía interiorizado darle «una» puñalada, admitió. «Le llamo para hacerle una herida. Quería hacerle una herida en el brazo y salió mal», aseguró. Cuando su contrincante se le acercó a la carrera le asestó una única punzada. Eran las 15.45 horas. Mohamed murió en Txagorritxu a las 17.20 horas.

Aunque Mohamed cayó al suelo, no se quedó a asistirle. Salió corriendo, escondió la navaja en un parque cercano -no ha aparecido-, regresó para ver cómo una ambulancia se llevaba al herido y desapareció una vez más. Se metió en un locutorio, creó una cuenta y mandó tres correos electrónicos a su expareja y entonces novia de Mohamed. Básicamente le decía que no quería problemas con el acuchillado. Es decir, aún no sabía que su víctima agonizaba. Se enteró ya detenido.

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Con la Ertzaintza y la Policía Local buscándole, Zakaria desandó sus pasos y se acercó al bloque de la calle Flandes. Buscaba su teléfono, que había dejado cargando en la casa. Ahí le detectaron. «Si no hubiera vuelto a por el móvil, no me pillan», se sinceró.

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