![Vuelta al colegio bajo cero en Vitoria](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202101/08/media/cortadas/aula-vitoria-U120654576292PkH-U130151093372x1F-1248x770@El%20Correo-ElCorreo.jpg)
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Una rama de la Geografía que se estudia en institutos se ocupa de la climatología. En esos apuntes se diferencian las temperaturas en el País Vasco en invierno, entre frías y frescas, y se enseña las particularidades de la Llanada alavesa, donde las heladas son ... mayores. Ayer esta lección fue práctica. Al tiempo que Vitoria se despertaba congelada a 6 grados bajo cero, los alumnos regresaban a los centros escolares tras las vacaciones de Navidad. Lo hacían bien abrigados, ya que el protocolo antiCovid exige ventilar las aulas.
«Hoy es el día que más frío hace, sin duda. Además tras estar 15 días en casa se nota más», resumía Unai, alumno de bachillerato de Egibide-Nieves Cano en una pausa de la clase de Filosofía. Tanto dentro como fuera. Los centros han tenido que adaptarse al protocolo marcado desde el arranque del curso. Una de esas medidas es que debe aumentarse «la ventilación natural y mecánica de los locales», lo que se traduce en abrir puertas y ventanas periódicamente para que corra el aire. La paradoja es que la calefacción puede permanecer encendida.
En este sentido, con la previsión de heladas, los centros educativos se prepararon a conciencia y pusieron en marcha los radiadores en días anteriores y a mayor temperatura. «Hay algunas clases en las que estamos 37 alumnos y se agradece que la ventana permanezca más tiempo abierta. Tiene que haber una mezcla de frío y seguridad», asumen Ane y Daniel, alumnos de bachillerato en Egibide antes de retomar la lección de Platón, Kant y compañía. Su profesora Alaia Bilbao comenta que durante el confinamiento aprendieron herramientas que siguen siendo útiles, tanto si hay un contagio por coronavirus o un resfriado. «Si alguien enferma, puede seguir la clase por Classroom (un servicio web)». El responsable de mantenimiento en los centros Egibide, Iñigo Astudillo, comenta que desde el día 2 de enero trabajaban este escenario para que la temperatura se acerque a los 21 grados. «Se busca una temperatura óptima dentro del aula que permita ventilar antes y después de cada clases». «Se busca que no sientan frío en el aula para que el protocolo de ventilación periódico se garantice».
También confiando en la calefacción y en que las temperaturas remitan regresaron otros centros como San Viator. En Sagrado Corazón o Urkide la vuelta al colegio se oficia el lunes. «Nos toca abrigarnos porque se ha demostrado que la ventilación es efectiva contra el virus», dice Aitor Pérez de San Román, director de Urkide.
En el colegio Niño de Jesús, Elena Pinedo y Aixa García, alumnas de secundaria, indican que no han tenido tanto frío como esperaban. «Nos hemos podido quitar el chaquetón», dicen, acostumbradas a condiciones adveras. Allí profesores como Pedro Martínez comentan que desde la apertura del colegio esa sensación de «miedo ha dado paso a la tranquilidad» debido al respeto a las normas por parte del alumnado. Las condiciones meteorológicas no han supuesto una gran preocupación añadida. «No ha habido quejas. La temperatura es ligeramente más baja en el colegio. Pero nunca hemos cerrado por nieve».
Uno de los principales temores de la comunidad educativa en esta vuelta al colegio tras la Navidad era conocer la capacidad de los centros para mantener una temperatura adecuada en las aulas en pleno temporal, al mismo tiempo que la ventilación necesaria dentro del protocolo antiCovid que exige que las ventanas y las puertas permanezcan abiertas cada cierto tiempo. En este sentido, la única incidencia se produjo en el colegio Errekabarri, de Salburua, que canceló las clases ante la imposibilidad de conseguir «las condiciones necesarias para poder estar en la escuela». El equipo directivo y la comisión permanente del consejo escolar contactaron con los padres de los alumnos minutos antes de las 12.00 de ayer jueves para que los recogieran a las 12.30 horas. Esta decisión se tomó ya que la calefacción estaba apagada a primera hora de la mañana. Los estudiantes permanecieron en el colegio algo más de tres horas, ya que las clases se retomaron a las nueve de la mañana.
La dirección del centro comentaba en una circular a la que tuvo acceso EL CORREO que tras ponerse en contacto con los técnicos de la caldera comprobaron que era imposible aumentar la temperatura en el centro de Salburua. Desde el mediodía, la calefacción empezó a funcionar y hoy se retomarán las clases.
Un fallo en estos sistemas es una de las preocupaciones comunes de los diferentes centros escolares de Álava. Por ello, la mayoría había activado los calefactores en las tardes anteriores para mantener una temperatura que hiciera posible a los alumnos permanecer con el chaquetón puesto. Desde el departamento de Administración Municipal lamentaron las molestias ocasionadas a los escolares y sus familiares. Además, los servicios técnicos del Ayuntamiento han pedido explicaciones a la empresa «puesto que los centros deben tener en el momento de su apertura la temperatura adecuada».
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