Más de 20 de vitorianos fallecen cada año sin recursos para su sepelio

Cada año, alrededor de una veintena de personas fallece en Vitoria sin los recursos mínimos para hacer frente a un sepelio de bajos vuelos. Y, también, sin que nadie se pueda hacer cargo de darle una despedida, incluso la más básica. El Ayuntamiento de Vitoria se hace cargo de estos casos, haciendo frente a los gastos de unos sencillos entierros de beneficencia.

Según los datos del área de Políticas Sociales, en 2022 se destinaron 40.854 euros a costear los 21 sepelios de caridad que se celebraron a cargo de las arcas municipales. En lo que va de año, el Consistorio ya se ha tenido que hacer cargo de 19, con un gasto de 30.724 euros. Fuentes municipales explican , sin ofrecer más detalles, que la gran diferencia económica «se debe a que el pasado año hubo un caso especial que requirió más desembolso del habitual». Según explican medios próximos a las funerarias, a pesar de que se suelen ajustar los precios para estos casos al mínimo imprescindible, hay servicios que disparan su coste por el estado que presenta el cadáver.

«Este tipo de actuaciones se dan cuando la persona fallecida no tiene familia o si la tiene, no mantenían relación y ésta se desentiende del tema», explican portavoces de Políticas Sociales. Porque, sí, entre estas muertes, las más tristes, hay casos de personas sin hogar, alcohólicos, adictos, migrantes... Pero muchos de esos a los que el Ayuntamiento les tiene que pagar el entierro también son mayores solos de los que nadie ya se acuerda.

Para realizar estos sepelios, el Ayuntamiento mantiene un acuerdo con las empresas de pompas fúnebres de la ciudad, que se turnan para prestar el servicio –el más básico, con un ataúd digno pero sencillo y sin flores– de forma rotatoria cada año.