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El carro de la compra rueda kilómetros y kilómetros a lo largo del año aunque en la capital alavesa apenas sale del barrio. Sus vecinos realizan siete de cada diez compras (el 69,2%, en concreto) en su zona de residencia y fuera de su ... entorno gastan, sobre todo, en ocio, desde el cine al teatro o el gimnasio. Sólo el 32,6% de las necesidades de entretenimiento se cubre cerca de casa. El último diagnóstico de coyuntura y demanda comercial y hostelera encargado por el Ayuntamiento de Vitoria, a petición del propio sector, revela que «el consumo habitual o moderado se satisface en la ciudad» y que bares, cafeterías y restaurantes gustan, y mucho, a la clientela. El 74,5% da un 'bien' o un 'muy bien' de nota a estos establecimientos.
La forma de consumir ha experimentado una auténtica revolución con la pandemia pero «la propia configuración de las ciudades» condiciona cómo, y sobre todo dónde, se llena el carro. «Hay una tendencia a la movilidad sostenible, a tener resuelta la vida a diez o quince minutos en tu entramado urbano. El trabajo, el médico, el colegio de los niños... y también las tiendas», retrata Pilar Zorrilla, doctora en Ciencias Económicas y especialista en comercio minorista y profesora de la UPV/EHU. En algunas zonas de Vitoria resulta más sencillo. Quienes viven en el Casco Medieval, Coronación, El Pilar, Zaramaga o El Anglo, por ejemplo, realizan hasta el 76,1% de la compra en el barrio, mientras que en Zabalgana, Salburua, Lakua, Sansomendi o Abetxuko se reduce al 66%. En todos los distritos, eso sí, sin excepción, el gasto en alimentación se queda a pocos metros de casa.
MAIDER ETXEBARRIA
CONCEJALA DE PROMOCIÓN ECONÓMICA
En este momento, cuenta Celestino Martínez, director y consultor en Actualiza Retail, se respira «un máximo enamoramiento con el comercio local». La pandemia le devolvió compradores y un aplastante 93% de los vitorianos considera hoy «fundamental» que se apoye a las tiendas a pie de calle para asegurar su supervivencia. «Existe un claro protagonismo de los establecimientos de barrio a la hora de comprar, sobre todo en el caso de la alimentación fresca», coincide la primera teniente de alcalde y concejala de Promoción Económica, Maider Etxebarria. Y en la malla de naranjas, los filetes, la merluza, los huevos... se va un tercio del gasto mensual de los hogares de la capital alavesa. Hasta 268,4 euros, el doble que en productos de perfumería, cuidado personal o farmacia y el cuádruple que en ocio. «La alimentación ya iba bastante bien antes, se había disparado el interés por los productos locales, y cuanto más especializado, mejor», apunta el consultor. El sector textil, en cambio, «no acaba de recuperarse» y en la ciudad arrastra cierres históricos como La Vascongada, Dadá o Dany en los últimos años y la fuga del centro de varias enseñas de Inditex.
A las tiendas de equipamiento personal, de hecho, más de la mitad de los ciudadanos (57%) sólo entra de manera ocasional frente a una cuarta parte de la población que lleva a diario algún producto fresco a la nevera. También el 24% pasa todos los días por el bar y hasta un 77% acude, al menos, una vez a la semana. A la ciudad le gusta su hostelería que, en los últimos tiempos, ha asistido a unas cuantas aperturas y hoy «le da bastantes vueltas a la de Bilbao», admite el experto. Tres de cada cuatro vitorianos dicen que está 'bien' o 'muy bien', mientras que sólo el 48,4% opina igual de las tiendas locales. «Al comercio tal vez le falta cierto grado de innovación, un punto rupturista, que no sea sólo un lugar de transacción», observa Zorrilla. «Pero no lo veamos como algo negativo sino en positivo, como un margen de mejora», matiza. La concejala continúa con la lectura optimista y cree que «bares y restaurantes pueden beneficiar al comercio gracias al 'mix' de establecimientos».
CELESTINO MARTÍNEZ
CONSULTOR EN ACTUALIZA RETAIL
Internet, por su parte, puede ser un aliado o un enemigo. En el último año, tres de cada cuatro vitorianos han empujado el carrito online pero sólo el 25% lo ha hecho por la versión digital de una tienda de la ciudad. La profesora de la UPV/EHU explica que se ha producido «un 'boom' de marketplaces» –una especie de gran almacén con muchas marcas– con comercios locales, pero el comprador está acostumbrado a moverse por gigantes que operan bajo este concepto como Amazon, eBay o AliExpress. La tienda de barrio, sostiene la concejala, cuenta a su favor con «el trato al cliente y la proximidad». «Quedan bien claras sus oportunidades», subraya. Son dos de las cuestiones que más valoran los vitorianos, por delante del precio. El horario, tras años y años de debate, también convence. Apenas un 20% está a favor de que tengan la persiana levantada durante más horas y un alguno más, un 29%, apoya la apertura en domingo aunque, discrepa el consultor, «cuando abre uno, allá que vamos todos».
Más de la mitad del gasto en comercio (52,4%) se destina a la compra de alimentación. En el carro se meten también artículos de droguería, farmacia y cuidado personal (16% del desembolso mensual), ocio y entretenimiento (8,7%), tecnología (6,2%) o equipamiento del hogar (6%).
Los alimentos frescos concentran las compras más habituales de los vitorianos, mientras que un 7% asegura que no abre nunca la cartera para adquirir ocio o tecnología. Tampoco se consume mucho en tiendas de artículos para el hogar, donde el 87% dice acudir de manera ocasional.
El supermercado es la opción preferida para llenar el carro con alimentos no perecederos (el 78% de la clientela los compra ahí) pero los frescos se compran, sobre todo, en la tienda del barrio (53%). Hasta el mercado ubicado en la plaza de Santa Bárbara apenas acuden un 15% de los consultados.
Casi la mitad de las personas (44%) intenta retrasar al máximo los recados no imprescindibles y más de un tercio busca promociones. El 37% compra sobre todo en rebajas o «importantes descuentos», el 33% contrasta precios en la tienda física y online, el 31% elige cada vez más marca blanca...
Los vitorianos se mueven de forma diferente en función de su destino de compras. El 70% elige caminar hasta el centro pero el 67% coge el coche cuando se dirige al centro comercial. La bicicleta es el medio menos utilizado, y al transporte público (urbanos y tranvía) se suben más si van a gastar en el Ensanche.
El 97% de los clientes del comercio y el 82% de quienes consumen en hostelería se fija, en primer lugar, en la calidad de la oferta. La mayoría (95% y 79%, respectivamente) valora mucho la atención que reciben. También miran la variedad, el horario... y, en el caso de las tiendas, que se encuentren cerca de casa.
El Supercor y el Alcampo junto al Palacio Europa abrieron una nueva forma de comprar al estirar su actividad hasta la 1.00, pero los vitorianos prefieren el horario 'tradicional'. El 80% rechaza que tengan la persiana subida más tiempo y un 71% tampoco está a favor de que la levanten en domingo..
Algunas tiendas de Vitoria ofrecen la posibilidad de llevarte la compra a casa pero los consumidores prefieren cargar ellos mismos con las bolsas. Sólo un 16% reconoce que recurre «ocasionalmente» a esta opción y un 9%, una vez al mes. Un raquítico 1% pide a diario el envío a domicilio.
La inmensa mayoría de las personas encuestadas (96%) disfruta de conexión a internet y en el último año la han sacado chispas. También a la tarjeta de crédito. El 75% ha comprado a través de páginas web en ese tiempo, pero apenas un 25% ha llenado el carrito online en alguna tienda de Vitoria.
La hostelería local gusta y la prueba es que el 74,5% de las personas le da un 'bien' o un 'muy bien' de nota. Sin embargo, la frecuencia de consumo varía según el lugar. El 24% pasa a diario por el bar, el 32% entra ocasionalmente en restaurantes y el 38% no gasta nunca en locales de comida rápida.
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