Los vitorianos apuestan por soterrar América Latina y el tren pero dudan sobre el Auditorio

Hace más de una década que la capital alavesa oye hablar de ambos proyectos y también del soterramiento del tren, la obra más conocida entre los vitorianos (el 95%) que apoyan casi siete de cada diez mientras la entrada de la alta velocidad acumula retrasos. La ciudad, según el barómetro elaborado por Ikerfel y encargado por el Ayuntamiento, da mayor valor a intervenciones a pie de calle, como la regeneración de los barrios o la llegada del BEI, y en infraestructuras que ya disfrutan, como la reforma de un Teatro Principal que sufre achaques tras el telón y en sus 988 butacas. Más de la mitad de los ciudadanos defienden todos estos planes.

No despierta tanto interés, sin embargo, la puesta a punto de un Iradier Arena (35%) en horas bajas, sin feria taurina y contados eventos de otro tipo, y tampoco la ampliación de Mendizorroza. Para diseccionar de esta forma los intereses de los vitorianos, la encuesta preguntó a 1.004 personas tras el verano. Una «muestra habitual» para Vitoria, donde conviven ya más de 250.000 personas, y que incluso supera el ratio que se suele utilizar -«entre 400 y 500»- en estos procesos, señalan expertos en sociología consultados por EL CORREO.

La capital alavesa es un buen lugar donde echar raíces o, al menos, eso se desprende de este informe en vista de que el 92% de los encuestados afirma vivir aquí bien o muy bien. Si se trata de poner una nota, el grado de bienestar de los vitorianos obtendría un notable, en concreto, un 8,02 a un ecosistema construido sobre zonas verdes y equipamientos sociales. «Nos encontramos en valores de excelencia», indica el barómetro. Destaca no sólo la positiva puntuación -que empeora cuando se habla de Álava, 7,40- sino que hay un «discurso homogéneo» entre los diferentes colectivos consultados. Los vitorianos, además, miran con cierto optimismo al futuro pues el 46% cree que la situación mejorará en los próximos años aunque el 67% prevé que la economía de su bolsillo se mantendrá igual que ahora.

Vitoria siempre ha sacado pecho de sus políticas sociales y de haberlas convertido en pilares de una ciudad cohesionada pero, con esta encuesta en la mano, parece que no lo ha hecho igual de bien para todos los colectivos. Sólo la accesibilidad a espacios públicos para las personas con movilidad reducida obtiene el visto bueno de, al menos, la mitad de los entrevistados (56%). En el resto de cuestiones hay todavía más tarea por hacer. La valoración positiva se reduce al 45% de los vecinos consultados en el caso de las iniciativas de igualdad entre hombres y mujeres impulsadas en la ciudad, al 38% en sus servicios sociales municipales, al 30% en materia de dependencia o situaciones de riesgo y al 24% en los programas subvencionados y planes para la juventud en una capital envejecida donde dos de cada diez residentes superan los 65 años.

Si hay un punto del barómetro donde la ciudad debía salir bien parada es en el asunto medioambiental. Y lo hace, pero a medias. Los encuestados por Ikerfel sí consideran que las grandes referencias 'green' de Vitoria, como el Anillo Verde, se encuentran bien conservadas (el 72%) y también creen respirar un aire de calidad (69%) pero la percepción se enturbia cuando se ponen sobre la mesa temas como la limpieza y la recogida de basuras, el servicio municipal más jugoso en términos económicos al que el 26% da una valoración muy negativa. También un cuarto de la población vitoriana se queja de las obras en las calles de la ciudad -y eso que la intervención del gran colector aún no había arrancado cuando se les entrevistó- aunque unos cuantos más se muestran satisfechos tanto con las infraestructuras viarias (34%) como con la renovación de los urbanos (53%) que conectan los diferentes barrios.

Cuando uno viaja en uno de esos autobuses se da cuenta de las diferencias que hay entre los distritos que recorren. De hecho, tres de cada diez vitorianos que han participado en el análisis alertan sobre el desequilibrio entre los barrios y el 25% critica, además, su conservación. Y alguno menos, un 19%, ve sus espacios públicos en mal estado. Al hablar de uno de esos barrios en concreto, el Casco Medieval, hubo un mayor consenso y cerca de la mitad (46%) aplaudieron la rehabilitación que la zona emprendió hace años.

El 75% de los vitorianos encuestados por Ikerfel para el primer barómetro local valoran de forma positiva (36%) o muy positiva (39%) el proyecto de soterramiento de la rotonda de América Latina.

El Gobierno vasco se encarga de redactar el proyecto, que en esencia consistirá en dejar el trasporte público (tranvía y BEI) en superficie y desviar por túneles el tráfico privado. Estará listo en marzo.

De momento, el proyecto no existe en los planes presupuestarios del Ayuntamiento de Vitoria ni del Gobierno vasco, quien además ha señalado que la reforma sería una cuestión «municipal». La consejera Tapia deslizó que debería afrontarse con fondos locales, pero el Consistorio carece de músculo financiero para la gran obra.

El 69 % de los encuestados considera positiva o muy positiva la idea de reformar el Principal. Se pretende acometer esta legislatura.

67 % de adhesión ciudadana logra este proyecto de transporte público eléctrico y sostenible, cuyas obras ya han arrancado.

El soterramiento del tren concita un apoyo mayoritario, aunque un 17% de los encuestados lo ve «muy negativamente».

No convence a una mayoría. El 28% de los encuestados lo valora de forma negativa, y a un 29% le deja frío. El apoyo se queda en un 39%.

La reforma del joven multiusos tampoco se ve prioritaria. A un 37% no le parece ni bien ni mal, lo que contrasta con su escaso apoyo.

La reforma que el Alavés necesita para consolidarse en Primera tiene un apoyo del 31%, con un elevado porcentaje de indiferentes (35%).