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Un cacheo rutinario por parte de una patrulla uniformada de la Ertzaintza destapó el pasado jueves a un presunto productor de pastillas de éxtasis, ... y sustancias estupefacientes similares. El ahora investigado iba por una calle del centro de Vitoria con una bolsa de plástico con «un centenar» de unidades de droga, según fuentes judiciales consultadas por EL CORREO.
Tras su detención, se produjo el registro de su domicilio y de su trastero. En este segundo, los agentes localizaron una prensa troqueladora, botes de colorante, de cafeína y de otras sustancias de corte.
Es decir, se sospecha que en ese cuarto alejado de miradas curiosas haría las mezclas. Una vez finalizado este proceso, con la máquina descubierta por los efectivos de la Policía autonómica daría forma a las pastillas. Cada una, ademas, exhibe un sello propio, como marca de la casa.
El sábado, este hombre con «antecedentes policiales por robos y violencia de género» fue puesto a disposición del juzgado de guardia, Instrucción número 3 de Vitoria, que le dejó en libertad con cargos a la espera del resultado que arrojen los tests a las píldoras incautadas.
«En el mercado negro, cada pastilla puede llegar a costar hasta diez euros, aunque lógicamente su precio baja si se venden varias juntas», matizan fuentes policiales consultadas por este periódico. Según esa estimación, el valor aproximado del alijo aprehendido en la capital de Álava podría rondar alrededor de los mil euros.
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