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nuria nuño
Sábado, 7 de abril 2018, 00:32
'Te buscaré mientras viva' no es sólo una declaración de intenciones; el faro que guía a muchas de las familias, amigos y allegados de quienes desaparecen de un día para otro sin dejar rastro. Es también el título del nuevo libro (Aguilar) escrito ... por Paco Lobatón; quien, tras su trabajo en el mítico '¿Quién sabe dónde?', emitido con gran éxito en la tele de la década de los noventa, continúa dando voz a los desaparecidos.
Su dedicación a la causa de las personas desaparecidas es para el periodista andaluz una manera de «devolver a la sociedad el grandioso crédito que me fue otorgado por mi trabajo periodístico, especialmente el desarrollado en televisión», escribe en este libro con el que pretende dar las gracias a todas aquellas personas que un día «dejaron de ser espectadores» para convertirse en los protagonistas de una historia de desaparición. Todas ellas pueden sentirse «representadas en las familias cuyos testimonios dan vida» a 'Te buscaré mientras viva', apostilla.
Y es que este nuevo trabajo es un homenaje a todos ellos. En él, pueden leerse catorce testimonios que, en realidad, hilvanan una única historia; la que sufren aquellos familiares que han sentido de lleno la desaparición de un ser querido. Uno de esos casos lo protagoniza el vitoriano Borja Lázaro. El pasado 8 de enero se cumplió el cuarto aniversario desde que se vio por última vez a este joven ingeniero informático y fotoperiodista, que tenía entonces 34 años.
Su rastro se perdió cuando estaba alojado en una posada en Cabo de la Vela, mientras realizaba un reportaje sobre la ancestral tribu de los wayú. Dos turistas alemanes, dos chilenas y unos colombianos con los que la noche anterior estuvo tomando unas copas fueron los últimos en verle. En un primer momento, la Policía colombiana planteó tres hipótesis: un secuestro (en la investigación participó la unidad de élite especializada), que Borja se ahogara en el mar o que se introdujera desorientado en el desierto. Pero, de momento, las pesquisas no han dado resultado y nadie ha podido dar una pista fiable sobre lo que pudo pasar.
Desde su desaparición, la familia de Borja Lázaro ha llevado a cabo diversas iniciativas y ha mantenido encuentros con distintos cargos institucionales para tratar de implicar a las administraciones en la búsqueda del joven. Su caso, además, estuvo presente en el estreno, el pasado mes de enero, de 'Desaparecidos', el programa de TVE presentado por Silvia Intxaurrondo y que dirige el propio Lobatón; que ha permanecido siempre al lado de Ana María y Sergio, la madre y el hermano de Borja.
Precisamente, en una de sus visitas a Vitoria, Lobatón defendió que «las personas desaparecen pero no sus derechos; las familias merecen seguir informadas sobre los pasos y el estado de la investigación», apuntó. En este sentido, el veterano periodista calificó la desaparición del joven alavés como una situación especialmente sensible. «Que haya tenido lugar en el extranjero y en una zona peligrosa como La Guajira añade complejidad al caso», recordó. «Por eso, seguir contando la historia de Borja es la única manera de reclamar la atención de las autoridades», le agradeció entonces Sergio Lázaro.
En este sentido, Lobatón asegura que siempre ha tenido «la preocupación de que los casos de más larga duración entran en una zona de olvido, que supone una doble desaparición para las familias. De ahí el 'leit motiv' principal del libro: rescatar del olvido a esas personas». Así, además de transmitir la voz de Ana María Herrero, la madre de Borja, en 'Te buscaré mientras viva' se escuchan otros testimonios; como, por ejemplo, los correspondientes a los familiares del pequeño Yéremi Vargasy la misteriosa desaparición de David Guerrero, el conocido como el 'niño pintor de Málaga, al que se le tragó la tierra hace ya 31 años.
A lo largo de más de 400 páginas, Paco Lobatón recuerda también los casos de Cristina Bergüa, Angelines Zurera, Juan Antonio Gómez Alarcón, Paco Molina Sánchez, María Sánchez Moya, María Teresa Fernández, Sara Morales Hernández, Isidre y Dolors Orrit Pires, Sonia Iglesias Eirin, Elías Carrera y Caroline del Valle Movilla; así como la malograda historia de Diana Quer.
Son los relatos de familias que viven en lugares marcados por los vacíos y las ausencias, en hogares donde el tiempo se ha detenido. Y, tal y como explica Lobatón, se trata de un puñado de historias que forman parte de la realidad de las desapariciones que se han producido durante las tres últimas décadas en España. «Para este libro, fueron catorce las familias que, durante el verano de 2017, me abrieron sus casas -y a la vez sus corazones-, confirmando su deseo de seguir buscando a sus seres queridos, de no abandonar la lucha», escribe en el libro.
«A casi todos los conocía desde tiempo atrás, pero todos, sin excepción, me han permitido descubrir aspectos nuevos, algunos de ellos verdaderamente sorprendentes; no sólo con respecto a la desaparición de sus seres queridos, sino también en relación a la batalla interminable por saber qué fue de ellos, por liberarse de la incertidumbre y llegar a un final. Siempre pensé que eran sus voces el mejor antídoto contra el olvido», subraya.
Con sus historias, arma una suerte de autobiografía colectiva; al tiempo que emite un poderoso llamamiento a la sociedad para que no se les ignore ni se les condene a esa doble desaparición que supondría el olvido. Y, para reforzar esa misión, Lobatón ha cedido íntegramente los derechos de autor generados por la venta del libro a la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDglobal, para el cumplimiento de sus objetivos de ayuda a las familias.
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