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Amen-Hotep Huy fue un un visir, una suerte de poderosísimo gran ministro que acabó defenestrado. En el Antiguo Egipto, cuando uno caía en desgracia por lo que fuera –la convulsa política faraónica hacía palidecer a las intrigas parlamentarias actuales–, lo de tomar una puerta ... giratoria para garantizarse una salida digna y un futuro plácido en algún consejo de administración sin dar ni clavo no era una opción. Entonces, al cortesano lo mejor que le podía pasar era acabar sus días en una tumba como Amón manda: con su sarcófago y su todo. Y, al parecer, a él le privaron de esta opción. El bueno de Amen-Hotep Huy se quedó con el nicho a medias. De recuperar su memoria, de quitarle el polvo a su legado, se está encargando una arqueóloga vitoriana. Silvia Carretero lleva tres años colaborando en las campañas de excavación que el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto promueve en la necrópolis de Asasif. En unos días, regresa a Luxor.
Los expertos sostienen que Amen-Hotep Huy sólo respondía ante el faraón. Era en realidad una especie de 'vice'. «Su tumba, situada en Asasif, comenzó a construirse en el año 28 de reinado de Amen-Hotep III, pero se dejó de trabajar en ella abruptamente en el año 31», explica la arqueóloga, miembro de la Sociedad Geográfica La Exploradora.
«La arqueología y la egiptología siempre habían sido un sueño utópico para mí», reconoce. Yhace unos años pudo hacerlo realidad. Ytiene un gran mérito. Carretero, que ha trabajado en distintos yacimientos en Euskadi, Italia y formó parte de una expedición a Perú, fue seleccionada entre cientos de especialistas para participar en las excavaciones que el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto desarrolla en Luxor.
La historiadora Silvia Carretero es bibliotecaria de profesión. «La primera vez que entré en la tumba fue como entrar en una biblioteca, cuando excavas, buscas información sobre cómo vivían, quiénes eran, estás generando conocimiento», señala la investigadora, «muy afortunada» por poder embarcarse en una nueva campaña sobre el terreno. El próximo 31 de octubre volverá a Luxor, si la evolución de la pandemia lo permite. «Las condiciones de trabajo en la excavación no han cambiado mucho ahora, de hecho ya hay compañeros trabajando, pero sí se han modificado mucho la duración de las campañas», destaca.
En concreto, los trabajos en los que va a participar Carretero durante las próximas semanas se centran en la recuperación del frontispicio de la tumba de Amen-Hotep Huy. «Tiene una calidad exquisita», asegura la arqueóloga, que hace gala de un apasionado entusiasmo. En Luxor excavará codo con codo con los prestigiosos egiptólogos Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman, que llevan 12 años tratando de rescatar del olvido las joyas que todavía se reserva la necrópolis de Asasif.
Para continuar con su labor, la investigadora vitoriana ha promovido una campaña de crowdfunding a través de la plataforma Gofundme (www.gofundme.com/f/restaurando-la-tumba-del-visir-amenhotep) que ya ha conseguido recaudar 3.500 euros. El año pasado, su implicación fue decisiva para restaurar el sarcófago de madera policromada y yeso de la Cantora del dios Amón-Re, una pieza «excepcional» que ahora se expone en el Gran Museo Egipcio de El Cairo. Su labor sí que es faraónica.
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