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El Ayuntamiento de Vitoria ya ha seleccionado a los nuevos Reyes Magos que repartirán caramelos e ilusión entre los niños en la próxima cabalgata del 5 de enero, si es que llega a celebrarse. Tras las Navidades pasadas, el alcalde Gorka Urtaran decidió prescindir de los tres voluntarios que venían desarrollando esta tarea desde hace décadas. La razón, que no sabían euskera. El revuelo fue mayúsculo, pero el Gabinete PNV-PSE se mantuvo en sus trece. Los tres hombres que encarnaban a Gaspar, Melchor y Baltasar, vecinos muy queridos en la capital alavesa, fueron apartados, decisión que se justificó porque «el 72% de los niños sabe euskera y el 98% lo entiende».
Pero el Consistorio, que ha admitido que la elección de los nuevos personajes ya está hecha, ha apostado por obviar todos los demás detalles a preguntas del PP. Canto se ha esforzado en trasladar al resto de concejales que «los Reyes Magos seguirán siendo los mismos», es decir, Melchor, Gaspar y Baltasar. Y ha obviado la identidad de los vitorianos que los encarnarán, y hasta su nivel de euskera, motivo principal por el que serán designados para relevar a los voluntarios de toda la vida. A partir de ahora, eso sí, cobrarán dietas por desarrollar este trabajo.
También se ha eludido confesar cuál ha sido el proceso por el que se ha seleccionado a estas tres personas, qué criterios se han utilizado y cuántos aspirantes ha habido, pero la concejala ha confirmado que no ha habido ningún anuncio público para presentarse a la convocatoria. «El equipo trabaja de manera discreta y tranquila», ha resumido.
No ha convencido al PP, el único grupo beligerante. «Más que el bien que la ciudad importan valores como que los Reyes Magos sepan euskera», ha criticado la popular Elisabeth Ochoa de Eribe, quien se ha referido a estas cuestiones como «obsesiones nacionalistas». Por su parte, la edil socialista ha enfatizado que se les sustituyó por «muchísimas más razones».
Estas serán las segundas Navidades que la Virgen, San José y el Niño pasarán fuera de la gruta del Belén de la Florida, que se reconstruirá por completo debido a su mal estado. Se espera que las obras empiecen después de las Navidades, a partir del 7 u 8 de enero, y que el Belén funcione de manera similar al año pasado, con recorridos marcados como precaución ante la pandemia. Así, la nueva gruta se estrenará en las fiestas 2022-2023, dentro algo más de un año. «Si la antigua gruta duró 50 años la siguiente va a durar al menos 150», ha prometido Canto, quien ha reconocido que la obra se retrasó por la pandemia y unos pliegos de condiciones que quedaron desiertos.
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