Vitoria vuelve a salir de tiendas

La mayoría del comercio vitoriano subió ayer la persiana -ya sin cita previa y en horario habitual- en un ambiente «más animado» que el de una semana antes, coincidieron muchos de los profesionales tras el mostrador. En algunos con ventas «a cuentagotas», en otros con más adquisiciones, pero en general, con unas expectativas que van mejorando. Escaparates del centro, el Ensanche y los barrios, salvo excepciones, se encendieron para recibir a una clientela habituada en su mayoría a esa 'nueva realidad' comercial: desinfección de manos a la entrada, mascarilla en el probador, dos metros con el resto de compradores...

«¿Cómo me queda de espalda?», consultaba una mujer frente al espejo de Coccole, en la plaza Lovaina, donde se probaba un vestido corto. Fuera, dos chicas guardaban su turno para entrar. «Al subir la persiana ya tenía a una clienta esperando. Ha hecho días buenos y la gente quiere estrenar ropa», convenía la responsable, Amaia de Vega. «Quería mirar unas zapatillas de casa», solicitaba Isabel Martín tras esperar una breve fila de dos personas en la zapatería Unanue de Ortiz de Zárate, entre sprays de limpieza.

Junto a los rótulos de pequeños comercios se encendían los de grandes cadenas en arterias comerciales como Fueros -en Stradivarius se habilitaron probadores alternos y las prendas que se prueban y no se compran se desinfectan- o General Álava, donde la vaporeta para la limpieza de la ropa se sumaba al mobiliario en locales como Oysho; mientras otras grandes firmas (Zara, Pepe Jeans) aún seguían con la persiana medio bajada.

En los barrios se recobraba cierto pulso comercial aunque «hay que estar muy pendiente de los clientes para que respeten las normas, tras semanas cerrados ahora el peligro es que el virus entre de fuera», advertía Ainoa Iglesias desde Dor & Dor -en Comandante Izarduy- tras despachar sus primeras prendas. Los escaparates atraían también a la clientela a la calle Gorbea. «Tengo productos específicos de limpieza», exponía Mariví López desde Didi. «Por lo menos se ve un poco de ambiente, que ya es importante para el primer día», valoraba Víctor Manuel Ibáñez desde el establecimiento que lleva su apellido. El también presidente de la asociación de comerciantes de la calle matizaba que la afluencia «aún es escasa» y agregaba que se ha visto afectado por el aplazamiento de bodas. «Lo que tengo claro es que si queremos volver a la normalidad la única solución es hacer tests a todos», demandaba.

Esta jornada de regreso a los escaparates suscitó buenas sensaciones. «Hay comercios muy contentos, han vendido bien», trasladó Diego Martínez de San Vicente, al frente de la asociación Gasteiz On. «El sector se ha sumado a la posibilidad de abrir y se ha dotado de equipamiento básico de desinfección», señaló Edurne Parro (Aenkomer).

En otros ámbitos abrieron también sus puertas las cadenas de bricolaje Leroy Merlín y de electrónica Media Markt en el centro comercial El Boulevard. Este último caso lo denunció a la Ertzaintza UGT, dado que según el sindicato no se pueden abrir comercios en grandes superficies en la fase 1 de la desescalada.