Vitoria ultima la adjudicación del contrato de limpieza a Ferrovial-Onaindia tras dos años de proceso

El Ayuntamiento solicitó una explicación detallada a Ferrovial sobre su oferta, que le puso en cabeza de la carrera tanto en la valoración técnica como en la económica (93,7 millones de euros al año, IVA no incluido). El análisis de este balance es el que mantuvo paralizado el concurso público durante más de tres meses, desde el pasado noviembre. Fue entonces cuando la Mesa de Contratación concedió a la multinacional la mayor puntuación, con una exigua ventaja sobre FCC.

La firma que da servicio al Ayuntamiento en la actualidad (FCC), no obstante, aseguró que su oferta era la única que cumplía las condiciones que se exigían para las cerraduras electrónicas, una de las principales novedades que incluye el nuevo contrato. La multinacional, de hecho, hizo pública su firme intención de recurrir al Órgano administrativo de recursos contractuales (OARC) y, en caso de que no fallara a su favor, acudiría a la vía judicial, una idea que todavía mantiene.

Este aspecto es uno de los que, casi con toda seguridad, dilatará la entrada en vigor del nuevo contrato. Será después de que los técnicos de Limpieza redacten el informe definitivo para escoger la oferta más ventajosa en relación calidad-precio y la Junta de Gobierno local proceda a su adjudicación cuando se abra el periodo para presentar recursos a la decisión.

La propia adjudicación, sin embargo, supone un avance en la implantación del nuevo servicio, llamado a mejorar los índices de reciclaje (sobre todo el orgánico) y la llegada de un futuro incentivo fiscal relacionado con la basura. El proceso de contratación ha sufrido numerosos vaivenes en los dos últimos años. El primer concurso, que finalizó tras el verano de 2019, fue declarado desierto por errores en cuestiones básicas, como la «falta de pedal y manilla» en los contenedores. Después de que el OARC desestimase el recurso de las tres empresas aspirantes, el Ayuntamiento volvió a licitar el contrato de limpieza por el procedimiento de urgencia, que encara su recta final. Tras la polémica que surgió en noviembre, que llevó a Gorka Urtaran a expulsar a los políticos de la Mesa de Contratación, el penúltimo trámite pasaba por que la Administración diera el visto bueno a las aclaraciones de Ferrovial, algo que sucedió el martes.