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Vitoria ha amanecido este viernes aún sacudida por esa mezcla de sorpresa y sobresalto que dejó la descomunal granizada que ayer descargó sobre la capital alavesa. Anoche ya fue evidente que el granizo había destrozado miles de vehículos y colapsado carreteras, sumideros, fábricas, centros ... comerciales -caso de El Boulevard- e incluso inundado pabellones de factorías como Mercedes Benz en un episodio inédito al menos desde julio de 2009. Tras la tempestad ha llegado la calma... y también han quedado al descubierto numerosos efectos de la devastadora tormenta. Sumideros atorados, calles cubiertas de restos de granizo, hojas y ramas... y colas ante los talleres de automoción, donde decenas de ciudadanos hacen cola para demandar sus servicios de reparación.
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Son decenas las calles de la ciudad que, a primera hora de este viernes, permanecen cubiertas por una alfombra verde. Cientos de árboles han quedado dañados. Sus hojas se desprendieron por la fuerza del granizo y atascaron las arquetas. «Tenemos los sumideros colapsados. El granizo rompe las hojas, las tira al suelo y es imposible que no se atasquen los sumideros. Vitoria tiene 45.000 sumideros y hay que ir casi, uno a uno, intentando aliviarlos. La contrata de Amvisa está desde ayer trabajando en ellos, pero va a costar horas e incluso algunos días recuperar la normalidad», ha señalado el concejal de Seguridad, Iñaki Gurtubai, en una entrevista concedida a Radio Vitoria.
Aún es pronto para hacer balance de lo ocurrido. Por el momento, el Ayuntamiento de Vitoria está realizando «la evaluación de daños, que será cuantiosa. Trabajamos intensamente para recuperar cuanto antes la normalidad», ha agregado el edil jeltzale. «Estamos haciendo la evaluación en las instalaciones municipales. Tenemos muchos daños en centros cívicos; desde claraboyas y bajantes rotas, goteras, etcétera...», ha apuntado.
El edil ha pedido a la ciudadanía que «sea consciente de los riesgos que hay en las aceras. Hay que andar con mucha precaución para evitar caídas. Hay mucha hoja verde húmeda y hay que tener cuidado para no resbalar», ha manifestado. Por ello, hay dos prioridades. Al margen de aliviar lo antes posible los sumideros de la ciudad, Gurtubai ha insistido en que los esfuerzos de la contrata de limpieza se concentran en intentar «recuperar la normalidad en las aceras para que la gente pueda caminar sin peligro. Las hojas en el suelo han complicado el tránsito».
Los operarios tendrán que trabajar contrarreloj, ya que para esta tarde se esperan nuevamente tormentas. Las previsiones meteorológicas indican que este viernes se podrá disfrutar de una mañana soleada. El viento del sur se intensificará y hará que las temperaturas diurnas suban de manera notable. Así, máximas se situarán por encima de los 30 grados, pudiendo alcanzar los 34 en algunos puntos de la vertiente cantábrica. Eso sí, a partir del mediodía irán a más las nubes de evolución y, por la tarde, se producirán de nuevo tormentas, que podrán ser intensas en ciertos puntos, «acompañadas de granizo y rachas muy fuertes de viento», apunta la Agencia Vasca de Meteorología (Euskalmet).
En relación al tráfico, el concejal de Seguridad ha señalado que ya hay cierta normalidad. «Sigue habiendo balsas de agua en algunas zonas de la ciudad por esos sumideros que aún no ha sido posible aliviar. A la una y media de la madrugada, aproxidadamente, ha sido cuando se ha podido desatascar el último túnel, el de la calle Aragón. Los demás ya estaban abiertos, aunque hay que circular con precaución», ha insistido el concejal. No obstante, hay puntos de la ciudad cerrados a la circulación por la presencia de restos de pedrisco. Es el caso de las inmediaciones de las calles Madrid o Jacinto Benavente.
Por último, Gurtubai ha destacado el esfuerzo de los servicios de emergencia. «Me decían los bomberos y policías que ha sido una salida continua. Había incidencias constantemente y han estado trabajando durante toda la noche. Teníamos veinte dotaciones de bomberos, cuatro equipos con refuerzos de los bomberos forales. Todo el turno de tarde de la Policía se ha dedicado a esto; y el de noche a la regulación del tráfico y a intentar que todas las vías públicas recuperaran la normalidad cuanto antes».
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