«El tranvía aumentará la población del barrio y por tanto la clientela»

Pero vayamos por pasos, por lo más cercano en el tiempo. El ambiente festivo que se vivió ayer durante el estreno desaparecerá cuando los comercios del distrito Este suban durante esta jornada la persiana. A partir de ese momento se pondrá en marcha un contador que servirá de guía para calibrar su huella en la economía del barrio. Los presagios por lo pronto son «muy positivos», como apuntaron ayer desde Gasteiz On. La asociación de comercios de Vitoria contactó con establecimientos de Salburua que reafirmaron la percepción de que «el tranvía va a traer gente a nuestras calles». Y, por lo tanto, alimentará una rueda que tendrá un impacto en la diversa variedad de negocios, como los hosteleros próximos a los humedales. «La sensación psicológica es de conexión, lo que favorecerá los desplazamientos hacia este zona», sostiene Gasteiz On. Abrir esta puerta también podría llevar a pensar en la temida fuga de clientes, pero «nadie se plantea ese escenario, todos los barrios se van a retroalimentar y para Salburua se presenta una oportunidad de ampliar mercado».

Hace algo más de un año que Jeniffer Tellez subió la persiana a su nuevo negocio, el estanco y establecimiento situado en la Avenida 8 de marzo, pero la sensación hoy martes era de estreno. Porque su local está situado frente a la parada Salburua, lo que le abre las puertas a captar nuevos clientes. «La frecuencia es de 15 minutos. Espero que durante la espera los usuarios se pasen. Por ahora nos mantenemos expectantes, pero con optimismo», comentaba. Su proximidad con los humedales, además, le lleva a pensar en que el volumen de clientes pueda aumentar con los planes por estas zonas verdes cuando el buen tiempo acompañe.

La jornada de Pilar González ha arrancado con un nuevo 'vecino' a escasos veinte metros. Pocos minutos después de que esta regente de La Vitoriana de la Avenida 8 de marzo encendiese los hornos, el tranvía ponía en marcha su maquinaria. «Es la comidilla del día entre los clientes, todos hablan de ello», trasladaba, mientras atendía a una persona. «¿Ya está en marcha, verdad?», le preguntaba un consumidor. Ese nuevo trayecto que muchos dibujarán para coger el metro ligero y acudir al trabajo u otras zonas de la ciudad confía en que pueda traducirse en mayores ventas, aunque «la gente suele ser de rutinas». No obstante, al margen de la lectura económica, también aporta una personal. «Me va a venir de cine cuando tenga turno de tarde, porque vivo en Ibaiondo. Una pena que el servicio no arranque media hora antes para cuando esté de mañanas, porque entramos a las seis», abundaba.

El tranvía sirve un dulce trago también entre los hosteleros. «La noticia es muy positiva, todo lo que sea crear conexiones es beneficioso», comenta Diego Cuellar, dueño del Meraki. Sin embargo, más allá de analizar su impacto a corto plazo, este hostelero prefiere alzar un poco la vista y mirar a medio-largo plazo. Cree que será entonces cuando realmente estos comercios noten el impacto positivo. «Creo que la llegada del metro ligero animará a más gente a querer vivir en Salburua, esos se traducirán en nuevos clientes. Y ese es el beneficio», sostiene, con el tranvía prácticamente tomando asiento en la terraza de su establecimiento.

«El mayor pedido es la llegada del tranvía». Así resume Laura Cardelli, encargada de la carnicería Elvira, la puesta en marcha del metro ligero. Al igual que su vecino al otro lado de las vías, el bar Meraki, Cardelli también mira al horizonte para calibrar el impacto que tendrá en su caja. «Que haya mejores conexiones hará que la gente quiera venir a vivir a esta zona. Y esos consumirán en el barrio», aventura. No obstante, sin esperar en el tiempo, también cree que en las próximas semanas o meses ya podrían ver nuevas caras cruzando sus puertas. No cree que se vayan a producir imágenes de gente cargando bolsas en el tranvía (o sí, quién sabe), pero considera que podría registrar un goteo de ventas extra entre algunos productos en particular o los envases de comida precocinada que venden. «Quizá aquellos que vayan a los humedales vuelvan a casa con la comida ya hecha. Es facilidad».

«Todo los cambios que son para bien, bienvenidos sean. Y el tranvía lo es», sostiene Garbiñe García, dueña del Estetika Zentroa. Mientras resume lo que supone la llegada del metro ligero, por en frente de su negocio pasa una de las unidades. «La ventana puede ser un escaparate para mostrar el comercio. Mientras van viajando lo ven, si no igual no se fijarían», comenta, sobre esa otra vía en la que podría tener un impacto en la actividad. Porque, a diferencia de lo que podría ser la hostelería o alimentación, en su caso los clientes van buscando un servicio en concreto, como «depilación láser o tratamientos faciales». Por que lo cree que muchas podrían acercarse desde el centro.

«Llevaba mucho tiempo esperando que por fin llegase el tranvía», coincide Alexandra Merkuloova, dueña del negocio Animal Spa, con la gran mayoría de comercios del barrio. «Va a permitir acercar la oferta de servicios que tiene Salburua a otros vecinos del centro y resto de la ciudad, amplías el radar». En su caso, el estreno es positivo por doble motivo. Y es que «las personas al poder entrar con mascotas no van a tener dificultades para venir». Confía en que los próximos meses, sin fijar fecha fin, sirva para «fidelizar nuevos clientes».