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El crecimiento de Vitoria es imparable y constante. En 2024 sumó 2.686 inscritos en su censo superando la barrera de los 260.000 habitantes. A 1 de enero de 2025, el padrón municipal certifica que Vitoria tiene ya 261.494 vecinos. Sólo el año ... de la pandemia (2020) frenó un crecimiento que principalmente se basa en la expansión hacia los nuevos barrios y en el desembarco de extranjeros en el territorio, que ya suponen uno de cada cinco empadronados. También se observa cómo envejece la población a pasos agigantados: en estos momentos hay más mayores de 86 años que menores de cinco.
Ese aumento poblacional -que ligeramente supera el 1%- no es menor y supera con creces a los ejercicios posteriores a la expansión del coronavirus gracias, entre otros asuntos, a una mayor estabilidad en la economía. En 2023, el incremento fue de 2.000 vecinos, 600 menos que el último año. Los datos del padrón con fecha de 31 de diciembre facilitados desde el Gobierno municipal reflejan que en estos momentos hay 131.290 personas que pueden considerarse VTV -es decir, Vitorianos de Toda la Vida-, 28.099 proceden de otro punto de Euskadi, 3.505 llegaron desde Navarra y 50.625 nacieron en el resto de España.
Pero son los extranjeros quienes impulsan el aumento de población en la 'Green Capital'. 47.975 ciudadanos nacidos fuera de España viven en la ciudad, lo que supone 3.271 más que el ejercicio anterior y ya son un 18,3% de los empadronados. Prácticamente, uno de cada cinco. Su llegada ha servido como freno para una población nacional menguante, donde la tasa de natalidad sigue bajo mínimos y el envejecimiento inevitablemente se va traduciendo en mayor mortandad.
De esta manera, el perfil del vitoriano tiene un rostro cada vez más exótico y menos local. Los colombianos lideran estos nuevos vitorianos, con 6.042 inscritos en las estadísticas del Ayuntamiento, 634 más que el estudio anterior. Por tercer año consecutivo es el colectivo extranjero que más crece y refuerza la presencia de la comunidad latinoamericana.
También destacan los 4.373 marroquíes (98 más que en el anterior curso), 2.031 argelinos (+243), 1.739 venezolanos (+128), 1.628 paquistaníes (+79), 1.454 nigerianos (+91), 1.386 peruanos (+274), 1.375 paraguayos (+81) y 1.011 rumanos (+7). Entre las caídas llama la atención lo que sucede con los ucranianos, pues hay 62 ciudadanos menos hasta quedarse en 686 y, poco a poco, se viene a estabilizar la situación tras la llegada masiva de hace tres años al territorio como consecuencia de la invasión rusa de su país.
La aportación de los foráneos viene a cubrir en gran medida la caída en el número de nacimientos y a una población que cada vez peina más canas hasta el punto de que hay más mayores de 86 años que menores de cinco. La cifra de recién nacidos sigue a la baja y 2024 cerró con 1.553 niños de cero años, estos son 123 menos que el ejercicio anterior. Pero si se echa la vista un lustro atrás, el panorama pone los pelos de punta porque supone una caída de 440 bebés.
Una situación que parece que no tiene marcha atrás y marca una tendencia preocupante. En 2022, la cifra de menores de cinco años cayó por debajo de los 10.000 censados, en 2023 se quedó en 9.318 y los últimos datos del padrón lo colocan en el nivel de 8.970.
Por el contrario, entre los vitorianos más longevos hay 107 que superan el siglo de vida. La mayor esperanza de vida de las mujeres se puede comprobar tras observar que sólo hay diez hombres que superan esa barrera. Y dentro de este grupo destaca que la 'amama' de la ciudad tiene 111 años.
Ese crecimiento de la 'Green Capital' se registra sobre todo en Salburua, que en el último ejercicio ha ganado 976 vecinos por las últimas promociones de viviendas y ya es el hogar de 21.567 vitorianos. Aun así, Zabalgana sigue siendo el distrito más populoso con 29.759 censados (+328) y Lakua-Arriaga, el segundo con 27.467 (-25). Pero Adurza sorprende por su fuerte crecimiento porque acumularon 326 habitantes más que en el cierre de 2023. ¿Cómo se explica este fenómeno en uno de los denominados 'barrios de oro' de la ciudad? Es sencillo: por las nuevas construcciones que se están desarrollando en las inmediaciones de Olárizu.
Si se amplía el foco, la radiografía de la población de Vitoria se asemeja cada vez más a una especie de rosquilla o dónut. La ciudad sigue creciendo en los distritos de la periferia, mientras el centro pierde residentes con la excepción del Casco Viejo, que gana 195. En Ariznabarra y Santiago, se observa un importante retroceso de 88 y 83 inscritos, respectivamente. Otros de los que han perdido habitantes son Gazalbide (-5), Txagorritxu (-25), Aranzabela (-8), Aranbizkarra (-41), Santa Lucía (-35), San Cristóbal (-43), Mendizorroza (-46), Ariznabarra (-88) y Lakua-Arriaga (-25).
Según este amplio registro municipal, la población femenina es de 134.199 vecinas frente a los 127.295 hombres. Entre los 50.625 censados que nacieron en otro punto de España, se observa que abundan en las edades más avanzadas, en lo que se puede interpretar que vinieron a cubrir la necesidad de mano de obra durante la expansión industrial de la capital en los años 60 y 70. 8.911 tienen su cuna en Burgos, 5.310 en Cáceres, 3.904 en La Rioja y 2.874, en León.
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