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Las 'no fiestas' de La Blanca no se parecerán a ninguna, pero es que probablemente no sean ni como se habían planeado hace apenas unas semanas. Cuando queda menos de un mes para el 4 de agosto, el Ayuntamiento de Vitoria admitió que la programación ... para esos días se revisará hasta el último momento. «Las actividades que tenemos programadas se irán adaptando a la situación sanitaria que vivamos. Estaremos siempre pendientes hasta última hora y podría haber cambios si la situación se complica», advirtió el alcalde, Gorka Urtaran.
Lo hizo un día después de que el Gobierno vasco diese la voz de alarma y por boca de su portavoz, Bingen Zupiria, dijera claramente que en Euskadi «no es momento de fiestas ni de 'no fiestas'». En los últimos días, la situación se ha descontrolado en algunas localidades vascas y en Pamplona, donde en estos días de Sanfermines -este año totalmente cancelados- se tuvo que desalojar un botellón multitudinario. Urtaran prefiere evitar hablar de 'no fiestas' y es partidario de utilizar el término programación cultural de verano. Pero lo cierto es que los actos previstos en Vitoria para los primeros días de agosto incorporan elementos claramente festivos, como la salida de gigantes y cabezudos, el habitual 'rincón del humor' y toques de dulzainas y txistularis.
Pero ahora todo está en el aire. «Entre todo lo que tuvimos en el 2019 y la nada de 2020 existe este punto intermedio que hemos programado y que dependerá de cómo estemos. A medida que avance el mes de julio veremos cuál es la situación pandémica y qué tipo de actividades podremos realizar no solo esas semanas sino el resto del mes de agosto», aclaró el alcalde.
En Vitoria, algunas propuestas podrían retrasarse en el calendario si la incidencia acumulada sube -ahora se encuentra en 140 casos por cien mil habitantes- y no para de hacerlo. La quinta ola sigue cogiendo fuerza en Euskadi y este jueves se registró la mayor cifra de contagios en dos meses. «Igual algunas actividades se tienen que moverse a otras fechas. Por ejemplo algo que estaba previsto el día 3 se tiene que hacer el 13», puso como ejemplo Urtaran en declaraciones a EL CORREO. «Lo que tenemos que intentar es que la gente comprenda que no hay fiestas de La Blanca este año».
A pesar de que no habrá festejos como tal, la programación cultural sí incluye actos que se celebran habitualmente la semana del 4 de agosto. Entre ellos están el Rincón del Humor en los jardines Fernández de Piérola, programado durante los días 3 y 8 de agosto con actuaciones de Óscar Terol, Gorka Aguinagalde, Nerea Garmendia o Valeria Ros. En el mismo escenario también habrá jotas por las mañanas. Además, está previsto que la comparsa de Gigantes y Cabezudos salga a la calle, en concreto al parque de Judimendi por las mañanas entre el 3 y el 8 de agosto. En esas mismas fechas, la plaza de Santa María se reserva para el folklore vasco y bertsolaris. Los niños tendrán su espacio con espectáculos infantiles en el Jardín de Falerina, donde también habrá conciertos. Todo ello, según se dijo, con entrada libre hasta completar aforos.
El Ayuntamiento de Vitoria sigue sin contemplar, por el momento, reforzar la vigilancia o tomar medidas excepcionales para evitar botellones. «En Vitoria todavía no ha habido problemas en este sentido, como sí ha ocurrido en otros lugares donde se han celebrado las 'no fiestas'», justificó Gorka Urtaran. El consumo de alcohol en grupo en la vía pública ya estaba prohibido, pero el LABI ha puesto ahora el foco en los botellones y el Gobierno vasco ha anunciado que el control se endurecerá. Algunas localidades ya han tomado medidas como cerrar parques o vallar espacios en los que habitualmente se producen concentraciones de jóvenes.
«Los alcaldes no podemos poner un policía municipal detrás de cada uno de nuestros vecinos y vecinas. Los botellones están prohibidos desde siempre y la solución no es mandar a la Policía Local y a la Ertzaintza, la solución es que no se hagan», subrayó Urtaran, que es también presidente de Eudel, la Asociación de Municipios Vascos. El regidor apeló a la responsabilidad individual para frenar el repunte de casos que está afectando en su mayoría a la población más joven. «Pedimos responsabilidad individual y colectiva y el principal mensaje que queremos mandar es: Un poquito más, Euskadi, que casi está hecho».
Urtaran incidió en el que el final de la pandemia se acerca y solicitó que se siga utilizando la mascarilla, que se eviten aglomeraciones y celebraciones masivas. «La inmunidad de grupo está cerca, es cuestión de paciencia alcanzarla. No desfallezcamos», concluyó.
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