Vitoria revisará las 23 placas de los asesinados por ETA como piden los colectivos de víctimas

En julio del año pasado, coincidiendo con el quince aniversario de su colocación, las asociaciones de familiares de víctimas Fundación Fernando Buesa, Covite y Gogoan solicitaron al Gobierno Urtaran su reforma y «contextualización». En la línea de otros rótulos de recuerdo a asesinados por el franquismo, que incluyen un atril con profusa información sobre cada hecho.

En diciembre, según ha sabido este periódico, se produjo el segundo encuentro, fraguado ahora con el compromiso público del tándem PNV-PSE de acometer una profunda reforma de estos puntos de memoria. Algunos lucen en un estado deplorable, como el de Luis Hergueta (calle Dato) o Francisco González (Los Astrónomos).

«Vamos a revisar el estado de las placas, su ubicación y otros aspectos para realizar un inventario. Nuestro compromiso es cambiarlas, tomando como modelo las utilizadas en Donostia y Bilbao», aseguró ayer a EL CORREO la edil de Convivencia e Igualdad, Miren Fernández de Landa. «Por otra parte, abordaremos una intervención en el monumento de Lakua (en Portal de Foronda y que lleva la firma de Agustín Ibarrola), reparando los desperfectos, contextualizando con un soporte informativo como el resto de 'memoriagunes' y adecuando el entorno más próximo», abundó la concejal adscrita al PNV. Este proyecto carece aún tanto de fechas como de presupuesto.

Las placas actuales datan de 2006, cuando ETA aún disparaba a sus víctimas por la espalda o les colocaba una bomba lapa en los bajos de su coche. Ángel Altuna, hijo de una víctima, y Javier Ron convencieron al gobierno de Alfonso Alonso. Se inauguraron en agosto, ya con Lazcoz de alcalde, y sin ningún tipo de acto oficial.

Se inspiraron en modelo holandés contra el nazismo. Enfrente de la casa de un asesinado hay un adoquín con su nombre, fecha de su muerte y una estrella de David. No quisieron añadir más por miedo a posibles ataques. En este tiempo sólo una ha sido vandalizada, la del panadero Saturnino Sota Argaiz ubicada en la calle Cuchillería.

Atentos a este anuncio, las asociaciones seguirán muy de cerca el proceso. «A día de hoy podemos decir que nos sentimos satisfechos de la acogida del gobierno municipal, que le parece oportuno abordarlo. Estamos a la expectativa de que se concrete exactamente», indican desde la Fundación Buesa, creada tras el asesinato del político socialista y su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza el 22 de febrero de 2000. «Sí creemos que es necesario trabajar por la memoria en Vitoria y abordarla de una manera más clara», atajan.

Covite también opta por la cautela. «Nos falta ver la propuesta completa. Hasta que no la conozcamos no podremos hacer una valoración más precisa», señala esta agrupación liderada por Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP en San Sebastián asesinado en 1995. «Pero se agradece la promesa, claro. Y más cuando en la mayoría de ayuntamientos vascos no es que no haya disposición buena o mala, es que no hay».

Entre los asesinados por ETA en la capital alavesa hay guardias civiles, policías nacionales, ertzainas, el jefe de la Policía Local, comerciantes, un conserje, un funcionario de la cárcel de Zaballa o un jubilado. Ocho de estos crímenes permanecen sin resolver.