Vitoria revisa el alcantarillado tras el atasco que inundó el Sur

Al margen de los sumideros del entorno de Mendizabala, no se detectó otro colapso similar, según fuentes municipales. Desde la sociedad pública aseguran que las alcantarillas que se vieron desbordadas se encuentran en una zona históricamente «conflictiva» por las incidencias que sufría. Principalmente, por el «material vegetal» que se acumulaban, además de su antigüedad.

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Iñigo Crespo

Amvisa creó un acceso en 2020 para desatascar el colector en caso de emergencia. De hecho, esta abertura permitió desplazar los troncos que obstruían los conductos de 1,5 metros de diámetro cercanos a las calles Salvatierrabide y Álava, las más afectadas por las riadas del martes. Esto impide, según fuentes municipales, instalar filtros en los conductos, ya que facilitarían más atascos.

En cualquier caso, la supervisión que realizó Amvisa durante las primeras horas después de la riada fue superficial por el gran caudal que todavía arrastraban los ríos de Vitoria. La sociedad pública prevé llevar a cabo un examen más profundo en los próximos días con cámaras a través del alcantarillado.

El Consistorio moviliza a diario una veintena de operarios para realizar el mantenimiento preventivo de la red de saneamiento, además de otros ocho equipos con camiones y robots de limpieza. No obstante, las instituciones confían en que el final de la obra de la balsa del Sur, que debe contener los ríos Batán y Zapardiel, rebaje de forma drástica el caudal que llega al alcantarillado. Sin embargo, tanto los agricultores como los vecinos pidieron una mayor limpieza en los ríos y el alcantarillado para prevenir episodios similares.