Vitoria retrasa la construcción de 250 pisos por «falta de demanda» de VPO en propiedad

El lote corresponde a un total de nueve parcelas que quedaron paralizadas en 2009 por la crisis económica, y que el Ayuntamiento y los propietarios trataron de reactivar hace justo un año. Sin embargo, el ritmo de construcción no se corresponde, al menos de momento, con las previsiones iniciales, que daban un plazo total de casi tres años (35 meses) para culminar el proceso. De las cinco parcelas que se sacaron a concurso, cuatro fueron adjudicadas y la última quedó desierta. Sólo una está en fase de escrituración, y aún faltan cuatro más por licitar, que elevan el número total de pisos por encima de los 600.

Este «retraso» corrobora la caída de solicitantes de VPO en propiedad en comparación con quienes se decantan por el alquiler protegido, muy mayoritarios. Según los últimos datos del departamento de Vivienda del Gobierno vasco, a los que ha tenido acceso EL CORREO, a finales de 2020 había 957 peticiones de compra, muy lejos de las casi 9.300 inscripciones que solicitaban un hogar en alquiler. Si bien es cierto que la demanda de compra también ha aumentado de forma progresiva desde 2014, lo ha hecho de forma muy sostenida, mientras que el crecimiento ha sido exponencial en el régimen opuesto, que casi se ha duplicado en el mismo periodo. De hecho, Lakua también ha invertido la tendencia de forma significativa, con una presencia notable del alquiler protegido en los próximos proyectos.

El Ayuntamiento, en cualquier caso, advirtió ayer de que el modelo de vivienda que estaba previsto para esas parcelas puede modificarse antes de que finalicen los proyectos. «La promoción de esas viviendas está abierta también a alquiler. No está cerrado en exclusiva a compra», señalaron fuentes del departamento de Territorio. El acuerdo de la sociedad pública, en este sentido, salió adelante con los votos del equipo de gobierno (PNV-PSE), PP y Elkarrekin Podemos.

El Gabinete Urtaran, que descartó que puedan generarse deudas por esta modificación de calendario, reaccionó así a una denuncia realizada por EH Bildu. «El argumento es que a día de hoy no hay demanda en propiedad. Se trata de una situación ya conocida cuando se anunció el acuerdo», afirmó el portavoz de la primera fuerza de la oposición, que, a su juicio, «vuelven a ser las empresas constructoras quienes marcan la política de vivienda» de Vitoria.

A pesar de que las matemáticas aún den margen para que se adquieran las citadas 242 viviendas con los casi mil demandantes, el mercado no funciona de forma tan rígida como hace décadas, cuando los sorteos de un piso protegido se celebraban como una lotería en un frontón. Entonces, la ubicación de los bloques era una cuestión casi secundaria. Los expertos consultados por este periódico aseguran que mientras unas promociones se agotan con rapidez, otras obtienen una respuesta más tímida por parte de los compradores de vivienda.