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Los vitorianos retoman el pulso tras su paréntesis veraniego, el más necesario para cambiar un decorado demasiado visto por culpa de la pandemia. También lo hace la ciudad, los comercios, oficinas, bares y restaurantes, que ya vuelven a levantar sus persianas para acompañar a los ... incondicionales que no han interrumpido su servicio. Y, por supuesto, también las obras. La labor más visible (y molesta) del Ayuntamiento no podía ser una excepción en el mes del regreso a la actividad. La capital alavesa tendrá seis intervenciones abiertas durante las próximas semanas en diferentes puntos, pero con especial presencia en la zona Sur.
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En el área entre Mendizorroza y el Ensanche se concentrarán hasta cinco intervenciones de diverso calado. Los trabajos del bus eléctrico, que atraviesan su fase final y estarán finalizados en menos de un mes, se centran ahora en la zona del Batán y en la rotonda de la calle Florida con Jacinto Benavente, además de rematar las señalizaciones, y el llamado corredor verde que acompañará al nuevo autobús. En este punto (Florida con Benavente) se encuentran también las obras del tranvía, que avanzan a buen ritmo para conectar el metro ligero con Salburua al final del próximo año.
Bus eléctrico Los tajos se encuentran en el Batán y el cruce de Florida con Jacinto Benavente.
Tranvía a Salburua Los trabajos avanzan en el entorno de Jacinto Benavente. Se pondrá en marcha a finales de 2022.
Portal de Gamarra La reforma concluirá en las próximas semanas, al igual que las obras del BEI.
Los trabajos que permanecen activos en la ciudad a día de hoy, sin embargo, no serán las de mayor impacto en la afectación del tráfico, que parece haber pasado el trago más amargo del bus eléctrico. Eso sí, todavía tardará en adecuarse al nuevo ecosistema con la puesta en marcha del transporte a partir de noviembre por su prioridad y las señalizaciones. No obstante, el tráfico de la zona Sur aún deberá pasar un último 'examen'. Lo hará en las próximas semanas, con asfaltado del eje Salvatierrabide-Álava-Zumaquera entre Portal de Lasarte y la rotonda de Esmaltaciones, uno de los principales puntos conflictivos en el tráfico de la ciudad. La reforma, que costará algo más de 1,7 millones de euros, abarcará 2 kilómetros en línea recta. Aunque los trabajos aún no se han dejado sentir, los operarios tienen ya preparado el terreno para intervenir.
En una fase similar, de puesta en marcha, se encuentra la reforma de dos bidegorris en el entorno del Ensanche, en las calles Olaguíbel y Jacinto Benavente. El impacto de estas intervenciones, sin embargo, se prevé más limitado, tanto para el tráfico como para el peatón.
Pero al margen de la zona Sur y de la parte meridional del Ensanche, el Ayuntamiento ultima la renovación de Portal de Gamarra, que concluirá a lo largo de este mes. La nueva carretera que conectará con el polígono contará con un carril de circulación menos en sentido norte. También suprime una línea de aparcamientos, a cambio de lograr un paseo más amplio y un bicicarril, que busca favorecer la movilidad sostenible a las zonas industriales de la ciudad.
A pesar de que no será el septiembre más ajetreado de los últimos años (los trabajos del bus eléctrico arrancaron en este mes de 2019), las modificaciones en el espacio público se dejarán notar también en las semanas posteriores, ya que el Ayuntamiento tiene avanzados varios procesos de contratación. Entre ellos se encuentran la plaza Etxauri, las pistas deportivas de Aldaia y la reforma de Malizhaeza, mientras que las máquinas entrarán este mismo mes para realizar el esperado saneamiento del cementerio de El Salvador y el aparcamiento de Lakua-Arriaga que compensará la pérdida de plazas por la venta de la parcela a Eroski.
La llegada de las 20 nuevas marquesinas a Vitoria lleva camino de cumplir un año de retraso. A pesar de que estaba previsto estrenarlas en octubre de 2020, las paradas digitales todavía no han comenzado a instalarse y, al parecer, tampoco se encuentran en la ciudad. El motivo que expuso la empresa encargada (JC Decaux) fue un «problema de suministro» que sufría el sector por la pandemia. Sin embargo, tras renegociar los plazos, los modelos debían estar en la calle a finales de julio y, tras sufrir otro retraso, para agosto.
El Ayuntamiento confía ahora en que el regreso a la actividad tras el verano y el retroceso del Covid-19 en Europa se traduzca en un avance por parte de la compañía adjudicataria, que gestionará el mobiliario urbano hasta 2033. Aunque el desde el Ayutamiento señalan que el «80-90% del trabajo está realizado», aún falta la parte más visible. Es decir, la de colocar las nuevas estructuras, que incorporarán paneles digitales, se alimentarán de energía solar y funcionarán como puntos wifi. Esa última parte es también la que permite a la compañía tener un retorno económico a través de la publicidad de las marquesinas, lo que da cierto optimismo la Gabinete Urtaran.
JC Decaux (antes Cemusa) y el Ayuntamiento también mantienen un viejo litigio. El Gabinete Urtaran le solicitó el pasado año el pago de más de un millón de euros por no abonar el canon para gestionar la publicidad entre 2009 y 2019. Pese a todo, la multinacional volvió a presentarse al concurso de 2020, del que salió vencedora con un estrecho margen.
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