Barrios de Vitoria

Vitoria reorganizará los contenedores en Judimendi para acabar con las ratas

El plan de reorganización se activó hace dos meses. El Consistorio aprovechó el paso del Tour por el barrio -la ronda gala cruzó la calle Olaguíbel y la Avenida de Judimendi- para retirar los cubículos. Era obligado por medidas de seguridad, pero también una oportunidad para realizar cambios. Además, no hay que olvidar que en verano la actividad en la ciudad se reduce considerablemente. Y una vez el pelotón enfiló la marcha hacia Gipuzkoa, los depósitos de basura volvieron a su sitio con cambios: las islas incorporaban el quinto contenedor y, además, se instalaban los nuevos modelos del amarillo, gris y azul.

Pero la transición no está siendo fácil. La reorganización ha pillado desde el primer día a algunos vecinos por sorpresa y siguen depositando su basura en el gris. Esto ha provocado que los depósitos terminen desbordados en varios puntos, con bolsas amontonadas en los alrededores. Una «falta de limpieza» que ha desembocado en la aparición de «ratas y cucarachas en portales y comercios», como denunciaron a finales de julio desde la asociación vecinal. Exigieron «la reposición de los contenedores», además de «recuperar» los modelos anteriores por «tener mayor capacidad».

Los vecinos volvieron a llamar a la puerta del Ayuntamiento recientemente, al ver que no había movimiento. Pero la Administración local reiteró que su dinámica seguirá siendo la de apostar por la recogida selectiva. «La reorganización se ha realizado con los mismos parámetros que en el resto de la ciudad, aumentando el número de contenedores marrones y reduciendo los grises. Y la diferencia de capacidad es mínima de los 3.200 litros de los modelos anteriores a los 2.800 de los actuales», apuntaron fuentes municipales.

En general, el contenedor marrón no es el favorito de los vitorianos. «El desborde de los contenedores de la fracción resto es un indicador evidente de que los ciudadanos no están segregando bien sus residuos», sostiene el Ayuntamiento, quien recuerda que el 47% del contenido de la bolsa de basura es materia orgánica. El objetivo es que no sea mayor del 12%.

Trabajo de campo

El Ayuntamiento realizará un trabajo de campo para conocer de primera mano las carencias que hay en diferentes calles. Un inspector consultará a vecinos y comerciantes por las mejoras que requiere el servicio. La idea es que aquellos que en el día a día hacen uso de estos depósitos ofrezcan un diagnóstico para así poder diseñar la actuación que más se encaje a cada calle.

De momento, se han dado pasos en este aspecto en la calle José Mardones y la Avenida Judimendi, donde han detectado «desbordes de dos contenedores grises». Estos «problemas» se han solucionado reforzando cada isla con un segundo contenedor gris. Argumentan que «este tipo de ajustes iniciales después de un cambio son normales».