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Pese a que los humedales de Salburua y río Zadorra son zonas ZEC de especial conservación no todo está hecho. Sus protegidas flora y fauna pueden mejorar e incluso abrirse a nuevas variedades y especies. Las dos joyas acuáticas de Vitoria son núcleos de conservación ... de la biodiversidad pero además cumplen una importante función de cohesión ecológica con otras áreas naturales cercanas como los Montes de Vitoria. Y el Jardín Botánico de Olárizu se ha convertido en un aliado clave, ya que está ayundando a reintroducir en diferentes puntos de estas ZEC plantas propias de las riberas y prados alaveses que han estado a punto de desaparecer como nenúfares blancos, berros y narcisos trompones.
Según recuerdan portavoces de la unidad de Anillo Verde y Biodiversidad de Vitoria, tanto el Zadorra como el entorno de las balsas de Salburua han mejorado su estado de conservación desde finales del siglo XX «mediante esfuerzos enfocados especialmente a las aguas superficiales y la restauración ecológica de sus principales hábitats». Pero a partir de su declaración como ZEC en 2015 «empiezan a desarrollarse un mayor número de actuaciones relativas a potenciar y mejorar su biodiversidad». En concreto, uno de los retos es acabar con el aislamiento que sufren algunas poblaciones de flora y fauna amenazadas que han sido relegadas a unos pocos enclaves «debido a las presiones recibidas».
¿Cuál es la misión del Jardín Botánico? En primer lugar, nada sería posible sin su meticulosa labor de recolección de semillas, cultivo y producción de plantas protegidas por el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas para realizar introducciones.
Gracias a ello ha podido llevar a estos humedales 30 ejemplares de nenúfar blanco ('Nymphaea alba'), especie catalogada «en peligro de extinción» que hace 40 años se podía encontrar en el río Zadorra. Crecen en nueve rincones de ambas ZEC y para su reintroducción de han usado tres técnicas distinta «biorrollos, planta en contenedor y en cepellón», aclaran los botánicos.
Muy importan ha sido el refuerzo de las poblaciones de la berra de agua ('Berula erecta'), también «en peligro de extinción». En su caso, tiene siete nuevas guaridas. «Se ha testado el uso de biorrollos precultivados como técnica para favorecer su implantación en ambas ZEC» .
También se han plantado nuevos ejemplares de narcisos trompones ('Narcissus psuedonarcissus'), catalogados como «raros», y de las azulitas lenguas de buey ('Pentaglottis sempervirens'), consideradas «vulnerables». Cada familia cuenta con cuatro nuevos 'poblados' en el bosque de Estarrona (ZEC Zadorra) «que presenta las condiciones ecológicas adecuadas para el establecimiento de estas especies forestales».
Y se han reintroducido 365 ejemplares de sauce cantábrico ('Salix cantabrica'), especie catalogada como «rara» y endémica de las montañas cantábricas que en Salburua conserva una singular población en su límite oriental. Los árboles crecen ya repartidos entre el humedal de Salburua y el Jardín Botánico de Olarizu.
«Vitoria cuenta con un entorno naturalístico de gran belleza que debemos preservar y el Jardín Botánico es un actor protagonistas que lidera acciones para la mejora del estado de conservación de algunos imponentes enclaves ligados al agua de nuestro municipio», destaca el concejal delegado de Anillo Verde y Biodiversidad de Vitoria, Pascual Borja.
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