Vitoria recibe el sello de excelencia ELoGE por su «buen gobierno e innovación democrática»

Hace tres meses que Vitoria presentó su candidatura a este galardón, con el que perseguía confirmar su forma de trabajar. «El sello es el mejor instrumento para hacer más fuertes y sostenibles nuestras instituciones locales», ha subrayado el también presidente de la Asociación de Municipios Vascos (Eudel), Gorka Urtaran. Esta herramienta, ha destacado, cobra mayor relevancia en el contexto actual para afrontar las grandes transiciones que ha acelerado la pandemia, ya que ratifican su preparación para hacer frente a estos contratiempos. «Uno de los apartados mejor valorados por Europa es nuestra capacidad de reacción para responder con agilidad a las necesidades en cada momento y también la visión a largo plazo para anticiparnos».

¿Y cómo se obtiene el sello? Esos 97 indicadores pivotan sobre doce principios de buen gobierno que los ayuntamientos deben acreditar uno por uno, sin excepción: representación y elecciones justas, transparencia, sostenibilidad o rendición de cuentas son algunos de ellos. Son las propias administraciones las que tienen que acreditar el cumplimiento de esos puntos, un riguroso sistema de autoevaluación donde deben aportar pruebas documentales. Junto a ello, se realiza una auditoría externa que mide y valora esos resultados. En paralelo, también se hacen encuestas a los cargos electos y a la ciudadanía para corroborar los datos. Así que se deben superar varias pruebas.

En esta cuarta edición, a Vitoria le acompañan también Bilbao, Eibar, Andoain, Basauri y Urnieta. Estas dos últimas localidades repiten premio. Porque, una vez obtenido, el valor del ELoGE residen en que hay que renovarlo cada dos o tres años. De ahí que Urtaran lo defina como una «caja de herramientas», donde la meta no sea conseguirlo, sino tener las llaves con las que mantenerlo, «una mejora continua». Hasta el momento son doce -también Legazpi, Bermeo, Ermua, Laudio, Irún y Leioa- los ayuntamientos vascos que han sido premiados con el Sello de Excelencia.

Como dato, y que da una idea de la dificultad de conseguirlo, fuera de Euskadi en el resto del país solamente la localidad catalana de Parets del Vallés ha logrado este reconocimiento. No obstante, la iniciativa no persigue la competición entre instituciones, sino un aprendizaje mutuo entre ellas. «Aprendemos unos municipios de otros y podemos compartir las buenas prácticas y las soluciones que funcionan, nuestros retos son comunes», ha destacado el primer edil de la capital alavesa.

Como novedad, este año Eudel lanzará una convocatoria específica para las localidades con una población inferior a los 5.000 habitantes. Estos municipios representan el 71% del País Vasco; esto es, 179 de los 251 que conforman el mapa. Para ello, la asociación de municipios vascos adaptará los indicadores ELoGE de manera que puedan ser aplicados a estas localidades de menor tamaño.