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La historia de la conquista de América está llena de resonancias y ecos familiares y cercanos. La que vamos a contar aquí parte de la ... amplia investigación del periodista y escritor Ramón Jiménez Fraile sobre el lado insólito y desconocido de la Primera Vuelta al Mundo en el libro 'La Vitoria de Magallanes'. Una de sus conclusiones es que toda la documentación de la época (siglo XVI en cartas, cédulas reales, testamentos, crónicas, archivos) recoge el término Vitoria como equivalente a Victoria. El nombre histórico de nuestra ciudad, Vitoria, proviene precisamente (Nova Victoria era la palabra usada en el fuero de Sancho el Sabio) del sustantivo latino como se acredita en los textos y documentos de la época. La c se perdió por el uso y así ha continuado más de ocho siglos. Las corrientes cultistas de los siglos XVIII y XIX devolvieron la letra latina y muchas denominaciones volvieron a ser victoria, cuando habían sido vitoria, como en el caso de la Virgen de la Victoria, denominación que dieron los españoles a barcos y ciudades americanas. Este es el caso.
En 1568 el cronista Bernal Díaz del Castillo describe la conquista de México con todo tipo de detalles. El libro se editó como 'Historia de la verdadera conquista de Nueva España'. El párrafo dice lo siguiente: «Y después de apeados debaxo arboles que allí estaban, dimos muchas gracias y loores a Dios y a Nuestra Señora su bendita Madre, alçando todos las manos al cielo, porque nos auia dado aquella vitoria tan cumplida; y como era día de Nuestra Señora de Março, llamose una villa que se pobló el tiempo andando, Santa María de la Vitoria, assi por ser dia de Nuestra Señora, como por la gran vitoria que tuvimos». Este párrafo escrito en castellano de la época relata el que fuera el primer combate con un grupo de indígenas de este conquistador extremeño en el Yucatán, luego Nueva España y después, México.
Efectivamente, en marzo de 1519, Hernán Cortes se adentra en la selva de Yucatán tras su desembarco en tierra firme procedente de Cuba. Es su primera expedición en la región del Caribe mexicano. Tiene 34 años. Lleva once navíos con 508 soldados, 110 marineros, 16 caballos, 10 cañones de bronce, 4 falconetes, 32 ballesteros y 13 arcabuceros. Es la tercera exploración española a la zona tras dos anteriores fracasadas, la de Hernández de Córdoba (1517) y la de Juan de Grijalva (1518). Todas ellas enviadas por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar.
Hay que destacar que en esa primera exploración de Hernández de Córdoba hay un capitán de apellido alavés, Ochoa de Caicedo. Encontraron tal hostilidad en los nativos, con emboscadas en las que murieron una veintena de españoles, que tuvieron que regresar a Cuba. Años más tarde, en 1564, un alavés de Berantevilla, Francisco Beltrán de Caicedo, funda una villa en una comarca de indígenas hostiles. Fue alcalde de Los Remedios y en Santa Fe levantó una casa que llamó 'Achuri viejo' y murió al caerse del caballo.
También fracasó por causa del recibimiento hostil de las tribus mayas la exploración realizada por el sobrino de Velázquez, Juan de Grijalva, aunque inicialmente son bien recibidos. Pero la captura de algunos indios permite a los expedicionarios conocer las posibilidades de aquellos territorios.
La información que traen indígenas y expedicionarios sirve para la tercera exploración capitaneada por Hernán Cortés. No contará con el beneplácito del gobernador Velázquez que se da cuenta de los objetivos del conquistador extremeño pero ya es demasiado tarde. El de Medellín, que no había destacado hasta ese momento por sus conocimientos militares, está decidido a conquistar las nuevas tierras pese a quien le pese y ser el nuevo gobernador de este territorio ignoto.
La expedición llega el 12 de marzo de 1519 en busca de agua y alimentos a las playas del actual estado de Tabasco en la península de Yucatán. Concretamente, en la Punta de los Palmares, en la desembocadura del río Grijalva. Se encuentra a media legua del pueblo de Potonchán. Los maya-chontales que viven en la zona les conminan mediante señales que se vayan y no entren en el pueblo. Pero Cortés decide acampar esa noche, mientras prepara una estrategia militar para tomar el pueblo. Tras la celebración de una misa, uno de los capitanes, Alonso de Ávila, con cien hombres, avanza por el camino hacia el pueblo, mientras que el propio Cortés marcha por el río y exige notarialmente a los indios que le dejen desembarcar, le faciliten aguas y víveres y se consideraran súbditos del rey de España.
La respuesta de los aborígenes fue el grito de guerra y una lluvia de flechas para que no desembarcaran. Las armas de fuego causan estupor entre los mayas y sirve de aviso a Ávila para que ataque por detrás, por el camino. La resistencia de los indios dura poco ante la determinación de los españoles que les causan muertos, heridos y prisioneros. Cortés da tres cuchilladas en una ceiba como símbolo de la toma de posesión del pueblo.
Al día siguiente, hay otro nuevo encuentro, al adentrarse una compañía de cien hombres al mando de Alvarado tierra adentro y otra, capitaneada por Francisco de Lugo en otra dirección. Esta última es atacada y los disparos alertan a Alvarado que va a socorrer a su compañero. Juntos consiguen hacer huir a los mayas y regresan al pueblo de Potonchan. Según las crónicas del propio Cortés y Bernal Díaz del Castillo, son 40.000 indígenas de ocho territorios cercanos los que participan frente a los 410 españoles. La batalla de Centla pone de manifiesto que los recursos tecnológicos y un armamento más avanzado pueden vencer la superioridad numérica de los indios. Eran 100 contra uno.
El uso de armas de fuego, cañones, arcabuces y otra artillería ligera fue decisivo para la victoria de los conquistadores. No solo causaban daño físico, también infundía temor con su estruendo. El uso de la caballería fue otro elemento crucial. Nunca habían visto caballos los mayas que creían que jinete y montura se trataba de una sola bestia monstruosa.
La batalla denominada de Centla (zona del maizal en lengua mahuatl) es la primera gran victoria de Hernán Cortés en el territorio que luego se conocerá como Nueva España y México. Tiene dos consecuencias inmediatas. La primera es la fundación de una villa en el mismo lugar de la batalla que llevará el nombre de Santa María de la Vitoria, según el cronista Bernal Díaz del Castillo. Es el primer asentamiento en territorio mexicano. El primero en el continente se había producido en Santa María la Antigua del Darien, en 1510, en Colombia.
La segunda de las consecuencias es que el cacique Taabscoob envía embajadores al campamento español para pagar su derrota. Había joyas de oro, jade y turquesas, pieles de animales domésticos, plumas de aves preciosas y 20 mujeres , entre las que iba Malitzin (conocida como Malinche), que los españoles bautizaron como Marina y que sería decisiva en la conquista de la capital mexica Tenochtitlan pues conocía la lengua de los mayas y la de los mexicas (nahuatl).
Es en la Villa de Santa María de la Vitoria en donde Cortés es informado de la existencia de un reino muy grande y poderoso ubicado «hacia donde se mete el sol en el que había mucho oro y riquezas». Es así como Cortés, con la ambición de encontrar riquezas cuanto antes, abandona la ciudad a las pocas semanas dejando un grupo de soldados españoles para «poblar y pacificar» la región. Los soldados se quedan con una gran cruz, así como un estandarte con la imagen de la Virgen María para ser venerada, y parte hacia 'Culua' (hoy Veracruz) en busca de las riquezas de las nuevas tierras.
Sin embargo, Vitoria no tuvo un gran desarrollo como otras ciudades coloniales debido a lo inhóspito que resultaba para los españoles vivir en un territorio cubierto de selvas, agua y grandes pantanos, además de que en el territorio no existían metales preciosos, por lo que una vez conquistado Yucatán 1542, el adelantado Fancisco de Montejo trasladó todos los poderes de la villa hacia la recién fundada ciudad de Mérida.
Los continuos ataques piratas que azotaron a la villa durante más de cien años, así como el abandono de la región por parte de las autoridades de la metrópolis, fueron la causa principal de que a partir de 1557 los habitantes poco a poco fueran abandonando la villa para establecerse en zonas tierra adentro que fueran seguras frente el ataque de los piratas. Lo que obligó a las autoridades españolas a fundar el 24 de junio de 1564 la villa de San Juan Baustista (hoy Villahermosa).
El tiro de gracia para Santa María de Vitoria vino cuando en el año de 1641 el virrey Diego López Pacheco autoriza que los poderes de la provincia de Tabasco sean cambiados a la villa de San Juan Bautista con lo que al paso del tiempo, los últimos vecinos abandonaron definitivamente la villa.
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