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Lejos de la luz de los focos, el PNV y el PSE mantienen encuentros discretos e informales para reeditar sus gobiernos en el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava. Esperan a que el 'semáforo' de sus ejecutivas autonómicas se ponga en verde ... y, mientras tanto, preparan equipos que terminen de desarrollar el programa de legislatura suscrito hace cuatro años, encaren los nuevos retos y aporten ilusión con proyectos de ciudad. Si bien n la Administración foral la negociación se prevé menos sencilla por el salto cualitativo registrado por la lista encabezada por Cristina González -el 26-M pasó de cinco a diez junteros- y el claro objetivo de reclamar una mayor cuota de poder, en la Casa Consistorial existe poco margen de maniobra por el claro perfil que tienen los aspirantes a ser concejales con cartera.
Y es que once de los trece potenciales miembros del nuevo Gabinete de Gorka Urtaran -siete del PNV y seis del PSE- cuentan con un perfil muy definido y solo el jeltzale César Fernández de Landa y el socialista Borja Rodríguez carecen de experiencia en gestión pública. El resto se pueden catalogar como 'tecnócratas', es decir, con una formación muy concreta y una importante experiencia en la política en el Gobierno vasco, la Diputación o el Ayuntamiento. Credenciales que bien podrían servir para vaticinar una legislatura con mayor control y menos sobresaltos, pero -como recalcan los más veteranos de la política municipal- «nada es seguro cuando se trata de Vitoria».
Lo que está claro es que los currículos de cada uno de ellos limita el posible baile de carteras. Es previsible que Ana Oregi, nueva 'número dos' del PNV vitoriano, dirija el departamento municipal de Urbanismo o Medio Ambiente, áreas en las que tiene una amplia experiencia como antigua consejera autonómica. Sucede lo mismo con Miren Fernández de Landa (presidenta de la Asociación de Concejos de Vitoria, Acovi) y Livia López (máxima responsables del club de baloncesto femenino Araski), que tienen todas las papeletas para tomar la responsabilidad de Zona Rural y Deportes.
En la bancada de enfrente se encuentran los casos de la candidata Maider Etxebarria (directora de Turismo en el Gobierno vasco), Estíbaliz Canto (concejala en funciones de Cultura) o Jon Armentia, antiguo gerente del Hospital Universitario de Álava (HUA). Perfiles muy concretos en los socialistas que reducen las alternativas para los 'negociadores' y la lógica marca que en el caso del médico se podría traducir en el área de Salud Pública y otras relacionadas con la gestión de personal.
Las conversaciones no parten de cero. El punto de salida es el vigente pacto de gobierno, asumen las dos partes negociadoras, y a partir de ahí todo será un auténtico cambio de cromos en la plaza de España. Porque ni unos ni otros están dispuestos a tragar los habituales 'sapos' en la gestión, como Función Pública, que ha sido motivo de los mayores dolores de cabeza en el último curso.
En todo caso, ambos grupos cuentan con ediles polivalentes como Iñaki Gurtubai, Itziar Gonzalo, Felipe García o Marian Gutiérrez. Esta última destaca porque bajo el mandato del alcalde Patxi Lazcoz fue concejala delegada de Hacienda, Vía Pública y Tecnologías, mientras que los cuatro últimos años ha ejercido como directora foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad.
El próximo sábado a las 9.30 horas arrancará el pleno que, salvo sopresa mayúscula, investirá a Gorka Urtaran (PNV) como alcalde de Vitoria. La boda de siete parejas en el Ayuntamiento de la capital ha provocado que la sesión se adelante antes de lo habitual. Una casualidad que, en cierta medida, puede evitar los aprietos de 2015, cuando el voto en blanco de dos concejales nacionalistas en Andoain provocó que el PSE en la capital alavesa -entonces liderado por Peio López de Munain- no apoyase a su posterior socio de gobierno.
Hace cuatro años también se celebraron bodas el mismo día de la sesión constitutiva de la Corporación para la legislatura 2015-2019, pero fueron a primera hora lo que provocó que algunas parejas se toparan con el trasiego de las últimas negociaciones y el tumulto que se concentró en la plaza de España.
En esta ocasión, Urtaran, si es finalmente el investido como regidor, tendrá poco tiempo para celebrar su reelección o alargarse en la lectura del primer discurso de la legislatura. La Sala de Quintas -entre el pleno y el salón de recepciones- tendrá que quedar reluciente antes del mediodía y tras la celebración del tradicional cóctel de investidura.
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