Vitoria pone deberes a su alcaldesa

La necesidad de contar con más terreno industrial se ha convertido en la gran reivindicación de los grandes agentes económicos de la ciudad, como la patronal SEA y la Cámara de Comercio. «La planificación a futuro requiere de más suelo para poder competir con otras regiones o países, y dar respuesta a las necesidades de las empresas que apuestan por crecer sin salir de casa, o las que vienen de fuera para invertir», asegura el nuevo presidente de SEA, Juan Antonio Sánchez Corchero.

La Cámara de Comercio apela precisamente al «compromiso» adquirido por la propia Etxebarria de explorar nuevas zonas productivas para «no perder ninguna oportunidad». Los agentes económicos se encuentran ahora expectantes ante la posible activación de terrenos productivos, que deberán esperar al menos a la aprobación del nuevo Plan General, prevista para verano de 2025. De hecho, el presidente de la Cámara de Comercio, Gregorio Rojo, cree que este primer balance de gobierno municipal es en parte «positivo» por los «avances» en el propio Plan General, con algunas de sus alegaciones aceptadas de forma parcial. Se trata, por ejemplo, de la capacidad que tendrán los polígonos para albergar edificios más altos para aprovechar el espacio actual. Una medida que se ha tomado en la antigua Cegasa y Daewoo.

No obstante, el documento urbanístico aún no está rematado, ya que deberá concretar varios aspectos antes de su aprobación definitiva. Por ejemplo, la posibilidad de crear viviendas en lonjas en determinados barrios.

Los agentes económicos apelan a la «alianza» y la simbiosis con la administración para atraer el talento joven. «El esfuerzo que hemos realizado las empresas frente a las recientes crisis no puede caer en saco roto, sino que se tiene que ver respaldado por políticas públicas. Solas no podemos garantizar las condiciones de vida que buscan los profesionales que deciden apostar por Vitoria», señala Sánchez Corchero.

Rojo apunta a «seguir trabajando en la reducción de la sobrecarga burocrática y la complejidad regulatoria que a veces suponen barreras significativas para el crecimiento empresarial, la innovación y la creación de empleo». En cualquier caso, ambos se muestran «convencidos de salir reforzados como ciudad si todos los agentes trabajamos juntos». El dirigente de SEA observa un «momento determinante para fijar las bases de lo que serán Vitoria y Álava en el futuro», en relación a la transición energética, digital y demográfica. Para la Cámara, el envejecimiento demográfico, con un complejo relevo generacional todavía por garantizar.

Etxebarria ha ampliado el abanico de los acuerdos con la oposición. El equipo de gobierno (PSE-PNV) se ha apoyado sobre todo en el PP, desde la propia investidura hasta las presidencias de las sociedades públicas, las ayudas a la rehabilitación y la nueva normativa de patinetes. Sin embargo, ha alcanzado pactos relevantes con las otras dos formaciones de la oposición. Cuadró el presupuesto en un acuerdo histórico con EH Bildu y el Plan General, con Elkarrekin Podemos, aunque este último apretón de manos ya venía cocinado de la era Urtaran.

En el otro lado de la balanza figura el pacto fiscal, el primer gran revés del mandato. Saltó por los aires en el último momento por falta de un acuerdo global. Tampoco hay que olvidar la insólita huelga de Tuvisa, que mantuvo el transporte público en jaque durante una semana el pasado febrero hasta que se alcanzó un acuerdo con los sindicatos. No ha sido el único conflicto laboral que le ha salpicado al Ayuntamiento, ya que los paros han sido una amenaza latente en los centros cívicos. Por otro lado, el departamento de Función Pública renovó el convenio general 18 años después, con incentivos para los funcionarios con menos absentismo.

Las últimas estadísticas oficiales constatan el sostenido incremento de las infracciones penales en Vitoria. En especial, los hurtos y estafas informáticas. Los agentes de calle, por su parte, ponen el acento en «el aumento de la violencia en los robos» y en que «hay demasiada gente que va con navaja». La presidenta de la Audiencia Provincial de Álava, Mercedes Guerrero, pega un tirón de orejas al Ayuntamiento por su inacción con los desalojos. «Cuando hay un lanzamiento, antes se pide un informe de vulnerabilidad a los servicios sociales», explica. Generalmente, suelen ser favorables a los okupas si tienen menores o carecen de empleo, por lo que el proceso se suspende. «El perjudicado es el propietario particular porque la administración carece de alternativas habitacionales disponibles». Abogados y procuradores hablan de «más de 200 casos» paralizados a día de hoy. Por su parte, la fiscal jefa, Carmen Cotelo, pide «mejorar los tiempos de respuesta» de la Justicia y ampliar la plantilla de jueces y fiscales.

El recién presentado plan de barrios, que proyecta 200 actuaciones hasta 2027, es la gran esperanza de las asociaciones vecinales. «Están reflejadas prácticamente todas las peticiones que les hicimos, pero ahora no deben caer en saco roto», asegura Ángel Lamelas, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Álava (FAVA).

Se trata de una puesta a punto general, aunque sin proyectos de relumbrón. De hecho, el primer año de legislatura ha estado marcado por la ausencia de una gran infraestructura, con permiso del nuevo campus del vino, que se levantará junto a la estación de autobuses. «Hay que dar prioridad a inversiones como ésta, que ayudaría a identificar Vitoria con Rioja Alavesa», señala Lamelas.

El tráfico marcó buena parte del debate electoral del pasado año y aún colea como uno de los asuntos que más cabrean a los vitorianos a diario. Aunque la saturación en la zona Sur parece haberse mitigado algo, el Ayuntamiento aún debe tomar una decisión sobre la posible eliminación de un carril al BEI en el eje Salvatierrabide-Zumaquera. El departamento de Tráfico asegura que la medida cuenta con «aval técnico» y sería bien recibida por los conductores. «Veo muchas veces vacío el carril del BEI y creo que tendría capacidad para absorber el tráfico», afirma Venancio Ogueta, responsable del Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) en Álava.

Pero no es la única reivindicación que plantea este colectivo. Observa «incongruencias» en el tráfico de la ciudad; sobre todo, en los límites de velocidad. Por un lado, porque en Manuel Iradier se permite circular a 50 km/h «con aceras estrechas y salidas de garajes», mientras que en otras avenidas más amplias, con menos aparcamientos y menos congestión, «se limita a 30 km/h». En este sentido, el RACVN presenta una propuesta ambiciosa. Se trata de emplear cámaras de vigilancia para controlar la fluidez del tráfico y regularlo con señales electrónicas o «pantallas». Es decir, establecer la velocidad máxima en función de la necesidad en las horas punta. Al mismo tiempo, Ogueta observa una «saturación de indicaciones viales», que en ocasiones provocan más accidentes.

La medida por excelencia en materia de movilidad llegará con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en el Casco Medieval y parte del Ensanche el próximo año. Su aterrizaje será gradual, con prioridad para los vecinos de estas calles. Ogueta, sin embargo, cree que el Casco Viejo ya funciona como una especie de ZBE, y no cree necesario ir a más.

El Casco Viejo pide a gritos un plan. El Ayuntamiento confía en el nuevo Plan Especial de Rehabilitación Integrada (PERI), que se aprobará entre finales de este año y principios de 2025. No obstante, entre los vecinos existe cierto escepticismo por el bajo grado de ejecución del documento vigente en la rehabilitación de viviendas. En la última década se ha producido un importante «frenazo», que se ha acentuado con la desaparición de la Arich.

El gran escollo es la financiación, ya que se trata de edificios con un reducido número de propietarios. En algunos casos (la situación se agrava por los escasos recursos de los dueños. El Gabinete Etxebarria confía en facilitar las líneas de crédito y dar un papel «activo» a Ensanche 21.

Es, con diferencia, el servicio que más quejas despierta entre la ciudadanía. Primero, porque afecta a todos los vecinos de la capital alavesa y porque sus efectos están a la vista de cualquiera. Las asociaciones de vecinos reconocen que se han producido algunas «mejoras» en los últimos meses, pero «queda camino por recorrer», según afirma Lamelas. Existen algunas cuestiones que preocupan a diferentes barrios por su gravedad. Empezando por el Casco Viejo, que ve cómo las bolsas de vidrio se amontonan alrededor de los contenedores por la actividad del ocio nocturno, lo que además de ensuciar la imagen también obstaculiza las labores de limpieza. Tampoco hay que olvidar la nueva ordenanza del ruido y la insonorización de los bares del Casco Medieval, que se encuentra en una prórroga de dos años que vence el próximo diciembre.

No muy lejos de la 'almendra', en Coronación, el foco se centra en los locales vacíos. Desde la asociación vecinal cifran en más de 250 las persianas bajadas. Y esa inactividad se traduce en suciedad que los servicios de limpieza no retiran al tratarse de una propiedad privada, aunque han enviado requerimientos a los dueños.

En Sansomendi y Goikolarra los daños son más bien colaterales. Su proximidad a los garbigunes hace que particulares y empresas opten en ocasiones por abandonar los enseres voluminosos en sus calles.

Uno de los hitos que más esperan los comerciantes de Vitoria se encuentra en la definición de un plan específico para dar salida a los locales vacíos de la ciudad. «Aunque todavía no conocemos todos los detalles, ya nos indica la voluntad de adentrarse en un ámbito tan complicado como requerido por el sector y la ciudadanía», subraya Diego Martínez de San Vicente, presidente de Gasteiz On.

El sector comercial apunta a las «sinergias entre comercio, hostelería y ocio para animar nuestras calles», y pone como ejemplo el recién recuperado festival de las flores. Por otro lado, la asociación confía en que se produzcan intervenciones para «garantizar la accesibilidad a todas las áreas comerciales, impulsar el relevo con el fomento del emprendimiento y continuar apoyando al comercio con ayudas, campañas de sensibilización y puesta en valor».