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Motosierras apagadas en abril, mayo y junio, cuando hay ramas llenas de nidos en plena época de cría. Algo que, por cierto, impide la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco pero que en ocasiones, como cuando hay obras en marcha, no ... se cumple. El pleno del Ayuntamiento de Vitoria ha aprobado este viernes una moción defendida por la asociación Grupo Alavés para la Defensa de la Naturaleza (Gaden) que exige garantizar la protección del arbolado urbano y la fauna asociada al mismo. El Gobierno PNV-PSE ha aprovechado para apuntar que el Consistorio prepara un plan director con vigencia para la próxima década en el que se catalogarán las especies, se definirán las podas y se hará una campaña de divulgación del sistema arbóreo.
En concreto, el la moción aprobada pide que, por decreto de Alcaldía, queden prohibidas las actuaciones en el arbolado de la ciudad llevadas a cabo por el Ayuntamiento o por terceros «que puedan tener incidencia negativa sobre la fauna, en referencia a que estén siendo utilizados como lugares de nidificación o hibernación». Solo se autorizarán intervenciones en los casos «de fuerza mayor», en los que además los ejemplares serán revisados «por personal especializado» para evitar afecciones a la fauna.
Además, cuando un árbol se vea necesariamente afectado por obras, se procederá a su trasplante y, si no fuera posible, podrá autorizarse la tala con un decreto del alcalde «singularizado para cada ejemplar» previo expediente que acredite que no hay otra alternativa. Si se procede a la tala, se plantará «un ejemplar adulto de la misma especie u otra más conveniente por cada año de edad del árbol eliminado». En todos los casos, los vecinos serán informados mediante bandos colocados en los portales.
Estas iniciativas han sido aprobadas con los votos de la oposición (PP, EH Bildu, Podemos e Irabazi) y el rechazo del Gobierno PNV-PSE, que como es conocido no está obligado al cumplimiento de las mociones de pleno. Como la votación se ha celebrado por puntos, el Gabinete Urtaran sí ha apoyado otras propuestas de la moción de Gaden «que ya estaban en marcha», ha indicado el concejal de Medio Ambiente, Iñaki Prusilla, como la organización de un campaña ciudadana que divulgue el valor del arbolado y que se ponga en marcha un plan director de protección. Otro de los puntos aprobados por unanimidad ha hecho referencia a «valorar mejor» los proyectos que se desarrollen en la ciudad.
El responsable de Medio Ambiente ha explicado que Vitoria cuenta con 120.000 árboles en el casco urbano, uno por cada dos habitantes, y que cada año se plantan «alrededor de mil», tanto con los nuevos proyectos como con las labores de mantenimiento. Prusilla ha indicado que la eliminación de ejemplares no siempre llega cuando están secos, y que el Ayuntamiento debería «reflexionar» sobre esto. El concejal se ha referido a que en ocasiones «las especies plantadas hace años no eran las adecuadas para un entorno concreto», lo que genera protestas ciudadanas y obliga a intervenir al Consistorio. El edil jeltzale también ha asegurado que en estos momentos «ya se está informando a los vecinos cuando hay actuaciones de relevancia con carteles en los portales, cosa que aunque la Ordenanza de Protección del Arbolado Urbano de Vitoria es de 2003, hasta ahora no ocurría».
Prusilla ha admitido que «es cierto, y lo admito, que en actuaciones de terceros hay momentos en que no se ha comunicado» la tala de algunos árboles, algo que no ocurre cuando actúa la Unidad de Paisaje Urbano del Ayuntamiento. El concejal no ha dicho más, pero todo indica que se refería a las obras de ampliación del tranvía al campus, muy criticadas por los vecinos del entorno.
Los socialistas, que comparten gobierno con el PNV, también han intervenido en el debate a través de Isabel Martínez. La concejala ha agregado que el arbolado «es fundamental» en la lucha contra el cambio climático, pero ha indicado que hay que «buscar un equilibrio» entre la naturaleza y el progreso de una ciudad. Es decir, «apostar por crear infraestructuras verdes, pero también para reducir las emisiones también hay que potenciar el transporte público en detrimento del vehículo privado».
Por parte de Gaden, el ecologista Andrés Illana ha replicado que si tanto el arbolado como el transporte público son buenos, cuando se haga un proyecto deberían valorarse las zonas verdes que hay «y presentarse alternativas para escoger la mejor, que para eso están los estudios de impacto ambiental. Lo que no pueden decirnos es que tenemos que elegir entre una cosa u otra». La también miembro de Gaden Diana Paniagua ha solicitado que la revisión de los nidos se haga «con personal especializado en fauna» y ha agradecido, eso sí, que se haga un plan director que aclare estas cuestiones.
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