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Los polígonos industriales deberán crecer a lo alto antes de explorar una posible ampliación. Así lo recoge el informe preliminar para responder a las alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Vitoria, al que ha tenido acceso EL CORREO. Los autores de ... la nueva versión del documento urbanístico de mayor rango apuestan por explorar un aumento en la capacidad de las parcelas y de las propias naves en lugar de consumir más suelo. Es decir, invita al Consistorio a realizar actuaciones recientes como las de Cegasa y Daewoo, donde las construcciones podrán incluso duplicar su altura actual. Además, plantea una mayor flexibilidad de usos, también en parcelas de una misma propiedad.
A pesar de que el recién publicado informe no es vinculante, servirá de base para la respuesta definitiva que emitirán los técnicos municipales y el propio Ayuntamiento. Este criterio de ampliar los edificios se plantea como posible solución a las alegaciones presentadas por la Cámara de Comercio, la patronal SEA, el Parque Tecnológico y la propia Diputación de Álava, entre otros, que solicitaban más ambición al Ayuntamiento en su apuesta por el crecimiento industrial. De esta forma, el informe de respuesta a las alegaciones estima sólo de forma parcial las aportaciones de estas instituciones.
No obstante, las alegaciones presentadas por estos organismos destacaban por su dureza. El de la Diputación, sin ir más lejos, advertía de que el Plan General «impide el desarrollo» industrial y económico de la provincia. La respuesta de los autores del Plan tampoco se queda atrás en este aspecto. A pesar de que los especialistas abordan cada alegación de manera independiente, gran parte de su contenido es común. Por ejemplo, advierten de que la lectura de que no se apuesta por el desarrollo industrial «no se corresponde con la realidad», y apuntan a que el Plan General vigente «tiene una importante oferta de suelo de actividades económicas, y que en más de 20 años no se ha utilizado ni un solo metro cuadrado».
La respuesta al apartado industrial de las alegaciones es la más extensa de las 495 páginas que componen el informe. En este sentido, el equipo redactor analiza «el ritmo de venta de suelo industrial» en los últimos 15 años para tratar de demostrar que la reserva actual resulta suficiente. En Júndiz, por ejemplo, la media anual es de algo más de 32.000 metros cuadrados vendidos, mientras que el nuevo documento propone un paquete de ampliación de 158 hectáreas. Es decir, casi 1,6 millones de metros cuadrados. Al mismo tiempo, plantea recuperar 170 hectáreas entre parcelas sin actividad y solares sin construir. El informe, en cualquier caso, no descarta un nuevo paquete de suelo si se cubriera esta demanda durante la vigencia del nuevo Plan General, algo que apenas contempla. «Los suelos deben programarse en el tiempo para evitar clasificaciones no justificadas o sólo motivadas por el hecho de la oportunidad», concluye.
El documento reconoce el «valor estratégico de los suelos de Júndiz aprovechando la proximidad de la A-1» y de una posible ampliación en el borde de esta carretera, pero aboga por «plantear nuevos crecimientos cuando se cuente con certezas sobre el agotamiento de la capacidad». En la misma línea, persigue «facilitar la regeneración de la actividad en los polígonos existentes», donde destacan la renovación de Gamarra y Betoño, a muy largo plazo.
En cuanto a Miñano, el informe de los especialistas descarta la ampliación que ahora permite el Plan General vigente, que supondría «una superficie similar a la actualmente ocupada». De hecho, el documento del equipo redactor la considera «injustificada por la falta de demanda actual».
El equipo de gobierno (PSE-PNV) ha evitado hasta ahora mostrarse tan categórico como el informe preliminar de respuesta al Plan General. El concejal de Urbanismo, Borja Rodríguez (PSE), aseguró el pasado viernes que el Ayuntamiento «valora y analiza todas las opciones para que el suelo industrial se ajuste a la realidad socioeconómica de la ciudad». El edil no descartó de plano un posible «incremento de suelo industrial», aunque aplaude la «mayor flexibilidad en los usos y el aumento de la edificabilidad» en las parcelas actuales.
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