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El veto a los bancos en el centro de Vitoria tiene los días contados. Según ha podido saber EL CORREO, el Ayuntamiento ha decidido levantar la prohibición de abrir nuevas sucursales en el corazón urbano, una medida que hoy se considera «innecesaria» ... en un Ensanche zarandeado por la crisis en el que, además, cada vez hay menos oficinas de ahorro. Los últimos cierres han sido los de Kutxabank -en la plaza Amárica y Siervas de Jesús, aunque ambas mantiene los cajeros- y Santander -trasladado de la plaza del Arca a Dato-. Mucho antes también echaron la persiana la Laboral -en Paz-, Evo Banco -Ortiz de Zárate- o la BBK -Fueros-. En el ámbito de la restricción apenas quedan ya 28 entidades de ahorro, según un recuento realizado por este periódico a pie de calle. El Gabinete Urtaran tramita ya la anulación de las limitaciones en vigor para este tipo de sucursales, aunque su aprobación dependerá ahora de la elaboración de los informes preceptivos y del visto bueno del pleno.
Para entender el paso atrás del Ayuntamiento respecto a los bancos hay que remontarse a la singular situación que vivió la ciudad hace una década. Entonces, la proliferación de sucursales bancarias en la 'milla de oro' disparó la preocupación de vecinos y comerciantes. «Hay una avalancha de bancos y todos cierran por la tarde. A este paso, el centro se va a convertir en un cementerio», avisó en enero de 2008 el por entonces presidente de la asociación de comerciantes Gasteiz On, Félix Fernández de Retana. Los minoristas no tenían nada en contra de los bancos, pero entendían que se quedaban con los mejores locales y que sus horarios les perjudicaban. «A las tres de la tarde cierran, incluidos los sábados, lo que resta atractivo al centro», lamentaban.
Todos los grupos municipales coincidieron en la necesidad de poner freno a la apertura de estas entidades. Seguro de contar con el respaldo necesario, el Gobierno, entonces liderado por Patxi Lazcoz, tramitó un cambio del Plan General -el documento urbanístico de mayor rango- para impedir la apertura de nuevos bancos en el Ensanche. La prohibición no afectaría al Casco Medieval, donde sí se podrían instalar oficinas aunque, en la práctica, estos mostradores brillaban por su ausencia en esta zona. Pero en calles como General Álava, San Prudencio, Manuel Iradier o Florida el veto a las nuevas aperturas sería total. Lo único que no se prohibió fue la transferencia de la licencia de actividad, por lo que si una oficina cerraba, otra podría ocupar su local. Hasta entonces, todas estas restricciones solo existían en Dato. Los cambios se aprobaron en el verano de 2009.
Pero una década después, el escenario ha cambiado por completo. La actividad bancaria se ha concentrado en menos puntos del centro pero, al mismo tiempo, se ha extendido a nuevos barrios como fruto de la expansión urbana, un proceso que se ha mezclado con las consecuencias de la crisis y el desarrollo de nuevos modos de atención al público a través de medios digitales.
Como consecuencia, la propuesta redactada por los técnicos municipales tras una resolución de la concejala de Urbanismo, Itziar Gonzalo, apunta que las condiciones impuestas a la apertura de oficinas y bancos deben ser suprimidas «por resultar actualmente innecesarias e incluso perjudiciales». Y no solo defienden acabar con las limitaciones de 2009, sino también con las que existían con antelación referidas a la calle Dato. El riesgo que se pretendía evitar, apuntan, «ha desaparecido».
El cambio tiene garantizada su aprobación porque el PP exigió a Urtaran este mes que levantara la prohibición a los bancos. El voto del Gobierno y de los populares sería suficiente para anular el veto.
28 sucursales bancarias siguen abiertas en estos momentos en la zona en la que el Ayuntamiento prohibió en 2009 la apertura de nuevas oficinas de este tipo. Las que más presencia tienen son Caixabank (5 oficinas), Santander (3), Laboral (3), Kutxabank (2), BBVA (2), Caja Rural (2), y Sabadell (2). Bankinter, Abanca, Popular, Banco Caixa Geral, Bankia, Deutsche Bank, Bankoa Crédit Agricole, Adbank e Ibercaja tienen una sucursal cada una.
El origen del veto Hace una década el Consistorio recibió quejas de los comerciantes por la «invasión» de entidades en el centro. Por ello, decidió blindar la zona a la apertura de nuevas sucursales.
La restricción El 31 de julio de 2009 una modificación del Plan General de Vitoria sirvió para ampliar las restricciones a la apertura de oficinas bancarias que existían ya en la calle Dato a todo al ámbito de la ordenanza OR 2, que afecta al primer Ensanche.
24 calles están incluidas en la zona de restricción, que rodea al Casco Viejo. El ámbito incluye San Ignacio (solo la acera más cercana a la 'almendra'), Francia (lo mismo), Paz (también), Portal del Rey, San Francisco, Olaguíbel, Fueros, Independencia, Postas, General Álava, San Prudencio, Florida, Ortiz de Zárate, Manuel Iradier, San Antonio, Rioja, José Erbina, Ramón y Cajal, Portal de Castilla (primer tramo), Siervas de Jesús, Diputación, Cercas Bajas, Vicente Goicoechea y Dato.
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