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Las alegaciones de los empresarios y las peticiones de la Diputación han caído en saco rato. Vitoria no va a recalificar ni una hectárea más para terreno industrial y logístico público en Júndiz. En Miñano solo prevé el suelo demandado para el desarrollo de la ... fábrica de baterías Basquevolt. El Plan General fía el desarrollo de este sector económico a la «redensificación» de los suelos ya existentes, lo que implicará nuevos usos en los vetustos Gamarra o Betoño y, sobre todo, mayor edificabilidad. Sin embargo, no habrá esas parcelas XXL que las organizaciones empresariales habían reclamado y por las que habían recurrido el documento urbanístico que concreta el crecimiento de Vitoria para los próximos ocho años.
El acuerdo entre el Gobierno municipal PSE-PNV en minoría y los morados descarta esa opción. No se reservará, 'a priori', más suelo industrial. Ni siquiera el proyecto presentado a finales del año pasado con el que el Consistorio intentaba contentar esas demandas. Elimina de un plumazo las 210 hectáreas que se pusieron sobre la mesa entre Foronda, Arangiz, Júndiz y Miñano. Todas esas reservas que venían a ampliar en un 10% el suelo industrial de Vitoria se quedan fuera del documento urbanístico.
¿Por qué? Por Mercedes. Así lo argumentó ayer el concejal de Urbanismo. Según Borja Rodríguez, los servicios jurídicos del Ayuntamiento concluyeron que calificar más suelo industrial «requeriría una nueva exposición pública del documento, lo que conllevaría un retraso de aproximadamente ocho o nueve meses en la tramitación del Plan». Algo que, según el titular de Urbanismo, arrastraría la aprobación definitiva hasta «primavera o verano de 2026». Y para esa fecha la firma alemana tiene previsto lanzar en Vitoria la producción masiva de la furgoneta 100% eléctrica sobre la plataforma modular VAN.EA. Un retraso de ese calado pondría en riesgo la inversión de más de 1.000 millones del grupo alemán. «El Gobierno tuvo aquí una disyuntiva: o más suelo industrial o garantizar la ampliación de Mercedes», recalcó Rodríguez.
«El retraso que implicaría esa nueva exposición pública incluyendo más suelo industrial era inasumible para este proyecto. Este Gobierno municipal ha optado por garantizar el proyecto de la nueva furgoneta. Creo que la decisión que había que tomar estaba clara. Quizás sí nos habría gustado incluir más suelo industrial, pero la prioridad era dar celeridad a la tramitación», ahondó el edil socialista.
Sus socios del PNV tampoco ocultaron su incomodidad por esta cuestión. La concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal, planteó que «habríamos sido más ambiciosos en lo que se refiere a las necesidades de suelo industrial, pero hemos actuado desde la responsabilidad».
En el lado de las empresas, ayer reinó el silencio. Pese al portazo a buena parte de sus exigencias, ni la Cámara de Comercia ni SEA Empresas Alavesas se pronunciaron en público sobre el acuerdo porque dicen desconocer el contenido exacto del acuerdo alcanzado con Podemos. El Ayuntamiento ha emplazado a las entidades empresariales a un encuentro en los próximos días para explicarles los detalles. En cualquier caso, el malestar era palpable en diferentes círculos empresariales.
Como contrapartida al 'no' a la extensión del suelo industrial, la coalición de Gobierno plantea otras fórmulas. En concreto, el Ejecutivo municipal propone dar más edificabilidad a los bloques industriales. En definitiva, se generaliza la solución que ya se ha aplicado en proyectos como la parcela de Daewoo o los terrenos de Cegasa: crecer en vertical y no en horizontal.
Según explicó el propio Rodríguez, las parcelas pasarán a contar con una edificabilidad de 1,25 metros cuadrados por cada misma medida de superficie. Actualmente esta cifra era de 0,9. A efectos prácticos, esto permitirá a una empresa con un terreno, por ejemplo, de 1.000 metros cuadrados, construir 1.250 en vez de los 900 que actualmente le permite la ley. Esto permitirá, por ejemplo, hacer más plantas para ganar superficie industrial: elevar a más niveles las alturas de las naves o hacer sótanos.
«No es estático»
En algunos casos excepcionales se permitirá incluso aumentar la edificabilidad hasta 1,7 metros cuadrados. En una parcela de 1.000 metros cuadrados, por ejemplo, se podría edificar hasta 1.700. Sin embargo, este tipo de permisos incluirán como condición renovar algunos servicios, «favorecer la rehabilitación del tejido industrial».
Rodríguez, en cualquier caso, insistió en que el Plan General «no es un documento estático». Preguntado por las parcelas XXL, respondió que «si hay demandas de suelos industriales se estudiarán con el objetivo de favorecer la industria de nuestra ciudad. Así se ha hecho siempre. Tenemos un plan vigente de 2003 y cuando han surgido necesidades el documento urbanístico se ha adaptado. Eso luego conlleva la tramitación y los acuerdos plenarios que correspondan. Desde luego, si hay una necesidad real, se valorará y se darán los pasos necesarios», prometió.
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