Día de Olárizu
Vitoria inicia el curso político cuesta arribaDía de Olárizu
Vitoria inicia el curso político cuesta arribaNi trajes, ni corbatas, ni vestidos, ni zapatos elegantes. Los miembros de la Corporación municipal de Vitoria han sacado este lunes la ropa deportiva para completar la tradicional revisión de los mojones que cada año se celebra coincidiendo con el Día de Olárizu. ... A las ocho de la mañana, una hora antes que otros años, la mayoría de los concejales de la capital alavesa esperaban en la plaza de España para dar comienzo a la jornada. No ha estado la Corporación al completo, ya que a otros les esperaba tarea en el Ayuntamiento.
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Con salida en el paraje de Doñacua, en el concejo de Andollu, y llegada en Kurtzebea (Okina), la caminata cuenta con once kilómetros y 38 señales permanentes que sirven para fijar los linderos del municipio. La etapa reina de esta tradicional ruta. «Hay rampas del 35% por las que no suben ni los coches», comentaba la alcaldesa Maider Etxebarria (PSE) antes de coger los 4x4 que les han llevado desde el centro de la ciudad hasta el inicio del recorrido. «Vamos a poner a prueba nuestro estado físico porque nos espera un recorrido duro», remataba.
Junto a ella se encontraban representantes de las principales fuerzas con representación en el Ayuntamiento de Vitoria. Rocío Vitero (EH Bildu), Beatriz Artolazabal (PNV), Iñaki García Calvo (PP) y Garbiñe Ruiz (Elkarrekin), además de otros compañeros de filas, que no han dudado en anudarse las zapatillas en la cita que da el 'pistoletazo de salida' al curso político. Tampoco se ha querido perder la cita el diputado foral de Equilibrio Territorial y Ordenación del Territorio, el jeltzale Anartz Gorrotxategi.
Como marca la tradición, al paso por los diferentes concejos les saldrán a recibir los representantes de las juntas administrativas para indicar a los responsables institucionales cuáles son sus demandas y quejas. Esta vez, además de Vitoria, se atraviesan parajes de los municipios colindantes de Iruraiz Gauna, Elburgo, Alegría y Bernedo.
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Todo esto antes de que se inicien los actos previstos en las campas de Olárizu. «Las tradiciones respetan nuestra historia y cultura y nos unen, así que vamos a cuidarlas. Sólo hace falta que el tiempo nos respete», apuntaba Etxebarria cuando se empezaba a escuchar de fondo la música de la banda de txistularis.
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