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Desde que existe la oficina municipal virtual del grafiti que busca eliminar de la faz de Vitoria pintadas vandálicas y ofensivas, se ha localizado in franganti, es decir, con el spray en la mano, a un total de 19 autores. De ellos, siete (muchos de ... ellos menores de edad) han aceptado acogerse a medidas de reparación, lo que supone ayudar a limpiar lo manchado, comprometerse a no volver hacerlo más y, en algún caso, participar en charlas de concienciación en colegios y centros cívicos. El resto, se enfrenta a sanciones de hasta 1.500 euros. De hecho, el pasado año se abrieron cuatro expedientes y las multas sumaron 4.200 euros y en lo que va de año, uno de estos grafiteros ha tenido que hacer frente a una pena pecuniaria de 1.500 euros.
Estos datos los ha ofrecido el concejal de Limpieza, el socialista Pascual Borja, a preguntas del edil del PP, Alfredo Iturricha, crítico con los resultados que ha tenido la campaña especial de Ariznabarra. La cifra de pintadas vandálicas «fotografiadas y documentadas» en las calles de toda la ciudad se eleva a 2.747, recordó Borja, y el Ayuntamiento está a punto de sacar a contratación una nueva campaña de limpieza para la que destinará 81.800 euros. El edil socialista no ha detallado qué nuevos barrios serán objeto de lo que se llaman «limpiezas tácticas», pero sí ha dicho que la labor en Ariznabarra no ha concluido. De momento, se ha intervenido en 696 fachadas, en 14 de ellas por petición expresa de los vecinos. Iturricha le recordó que nada más limpiar algunos rincones han vuelto a verse grafitis. «Ahora hay más que nunca y algunas hasta burlándose del Ayuntamiento. Ariznabarra está hecha una porquería y el resto de barrios esperando...».
Pascual Borja, por contra, se ha congratulado de los resultados de las diferentes campañas de limpieza. Desde el pasado año a ahora se han identificado 128 grafitis más y se pregunta «si el número de pintadas no ha crecido significativamente, ¿no será que va ganando la sensibilidad'». «Muestra usted un gran desconocimiento de cómo funciona el mundo grafitero; distinga de quiénes lo usan como soporte creativo y diferéncielo de las pintadas amenazantes en un comercio». El edil socialista se mostró especiamente orgulloso con esos grafiteros 'arrepentidos' que ahora ayudan a concienciar a los escolares.
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