Vitoria exige visitas diarias y reparaciones en cuatro horas para las rampas mecánicas

El departamento de Espacio Público y Barrios que encabeza la teniente de alcaldesa Beatriz Artolazabal (PNV) busca reforzar las labores preventivas para reducir los continuos parones que sufren estos mecanismos. El seguimiento continuo es una de las principales novedades que marcan las condiciones del próximo contrato, que se encuentra en proceso de adjudicación. El futuro acuerdo, que cuenta con un presupuesto de 72.527,4 euros, IVA incluido, exige además que las reparaciones no tarden más de «cuatro horas».

Ese será el periodo máximo en el que las rampas mecánicas o los ascensores estarán parados. Este plazo sólo se podrá estirar de manera excepcional, en caso de que el arreglo requiera la sustitución de alguna pieza o sea «especialmente complejo». En ese supuesto, los trabajos no podrán tardar más de 24 horas, y siempre deberán realizarse las primeras actuaciones dentro de esas primeras cuatro horas.

La mayor vigilancia persigue resolver todos aquellos parones que se deban a falta de mantenimiento o que se hayan producido de manera voluntaria o forzosa. No hay que olvidar que tanto los vecinos como el propio gobierno local han apuntado a que se producen incidencias «prácticamente a diario». En la mayoría de los casos, se trata de actos vandálicos, que consisten en parar el mecanismo de manera recurrente.

El Consistorio confía en que esta medida contribuya a reducir el número de incidencias que registran las rampas de la 'almendra', que han sido uno de los problemas recurrentes del Gabinete Etxebarria durante su primer año de legislatura. De hecho, el Ayuntamiento ha impuesto un total de doce multas desde el verano del pasado año. La última pasó por Junta de Gobierno el pasado viernes, por un total de 3.107 euros. Las sanciones se han traducido en 34.961 euros que la empresa (Schindler) ha dejado de facturar.

A pesar de que el anterior contrato expiró con su última prórroga el 21 de julio, fuentes municipales no descartan que se impongan más penalidades, ya que la recién aprobada multa pertenece a junio, un mes antes de su finalización. Cabe recordar, además, que las rampas mecánicas se encuentran desde entonces sin un servicio específico de mantenimiento que las ampare, sino con reparaciones puntuales bajo demanda por parte de la empresa Orona, que precisamente es la única compañía que ha presentado oferta para hacerse con el nuevo servicio.

Los planes del Ayuntamiento pasan por contratar el mantenimiento de cara a octubre y que esté en vigor durante seis meses (ocho si agota las prórrogas). En ese periodo, el departamento de Espacio Público y Barrios prevé tener listo el nuevo contrato, con el que espera dar un salto cualitativo en las rampas mecánicas.

En este sentido, el Ayuntamiento no descarta incluso sustituir alguna de las rampas o ascensores más «envejecidos o problemáticos» del Casco Medieval, que acumulan más de una década de uso. La puesta en marcha de esa nueva cobertura está prevista para el verano del próximo año, según detallan fuentes del departamento de Espacio Público y Barrios. Sin embargo, confían en que el contrato que se adjudicará en breve mejora de forma notable el servicio que se prestaba hasta ahora.

En paralelo, el Consistorio trabaja en implantar las rampas mecánicas y ascensores en otros tres barrios de la ciudad. Se trata de la calle Txistularis (San Cristóbal), una rampa mecánica en la calle Burgos (Aranbizkarra) y otras dos pasarelas rodantes en las calles Vicente Aleixandre y Los Astrónomos (Santa Lucía).