Vitoria estudia habilitar un segundo aparcamiento de camiones en Júndiz

El departamento de Espacio Público de Vitoria estudia junto a la sociedad pública Gilsa, la Diputación alavesa y el centro de transportes CTV la posibilidad de habilitar un segundo aparcamiento para camiones en el polígono de Júndiz. Existe ya uno en la calle Lermandabide pero al parecer aumentan las necesidades de las diferentes empresas de transporte, tal y como ha dado a conocer este miércoles la teniente de alcaldesa, la peneuvista Beatriz Artolazabal. Se retoma así un plan del que ya se habló en 2022 y que quedó aplazado. «Buscamos financiación».

La responsable de Espacio Público ha hecho este anuncio cuando daba a conocer las medidas que ha adoptado el Ayuntamiento para paliar los problemas de suciedad y de insalubridad que denuncian los vecinos del pueblo de Margarita. En las inmediaciones de esta localidad encajonada entre el polígono industrial y las vías aparcan noche y día camiones cuyos conductores llegan a realizar en los alrededores sus necesidades fisiológicas, según ha transmitido el concejal de EH Bildu Ekaitz Díaz de Garaio. «La zona está llena de basuras», ha señalado el edil. Ha añadido que el cúmulo de problemas de ruido, contaminación y aislamiento de la pequeña localidad vitoriana ha llevado «al límite» a los vecinos hasta el punto de que «muchos están pensado en dejar el pueblo en el que han nacido».

Beatriz Artolazabal ha señalado que el Ayuntamiento es sensible a la situación de Margarita, donde ha realizado ya limpiezas en profundidad, un tipo de actuación que se va a incluir dentro del contrato de limpieza que se sacará a concurso el año que viene. De manera paralela se han realizado vegetaciones en diferentes parcelas a fin de que el arbolado actúe como pantalla y proteja a la localidad al menos visualmente.

Lo que no parece que va a variar es el permiso que tienen los camiones para estacionar en las diferentes vías de Júndiz. La concejal de espacio Público que asumirá en breve también la cartera de Tráfico cree que una prohibición no serviría de nada por el perfil de los transportistas (en su mayoría conductores de origen extranjero que pernoctan un noche en la zona) y la imposibilidad de destinar policías a vigilar estacionamientos de noche. Además, indicó que una medida así preocuparía a las empresas de la zona.