Vitoria estudia 'alquilar' el Iradier Arena varios años para desbloquear su reforma

Ya son varios los estudios que se han quedado en papel mojado, y la única conclusión real que han arrojado es que no sirve con una solución corriente, sobre todo por el esfuerzo económico que requiere su reforma. Ahora, según ha podido saber EL CORREO, el Ayuntamiento busca fórmulas para sacar adelante una obra ambiciosa y dotarle de uso con un mismo movimiento.

El equipo de gobierno (PSE-PNV) intenta activar mecanismos de colaboración público-privada con promotores o agentes culturales que faciliten abordar la inversión –que se prevé elevada–, para acabar de una vez por todas con los problemas de insonorización, acústica y climatización.

La vía más novedosa que se ha puesto encima de la mesa es ceder el Iradier Arena varios años para atraer a algún importante agente o empresa. De hecho, ya ha contactado con algunos promotores relevantes, para que le salgan las cuentas a la hora de realizar la reforma y con capacidad para sacar rédito a la explotación del recinto a largo plazo.

Aunque nunca se había planteado para este equipamiento, no es un disparate o una ocurrencia. Hay un ejemplo muy reciente de esa fórmula colaborativa entre la administración y un ente privado: el proyecto EDA (Edariak eta Ardoa) y la sede que ese campus del vino tendrá en Vitoria. El Ayuntamiento ha cedido durante 75 años (el máximo permitido para una concesión demanial) la parcela junto a la estación de autobuses para que el Basque Culinary Center impulse el proyecto, levante el emblemático edificio y gestione el campus a cambio de un canon. El Deportivo Alavés también propuso años atrás esta solución (con el mismo periodo de vigencia) para reformar Mendizorroza.

En relación con el Iradier Arena, aunque no es la primera vez    que el Ayuntamiento sopesa externalizar la programación cultural, si se da una vuelta de tuerca al incluir la propia inversión en la obra. El último precedente de encargar sólo la gestión del espacio se encuentra en Kultura Bizia (en 2021), que dotó de contenido al Iradier durante la desescalada de la pandemia.

Aquello fue una especie de oasis en la desértica agenda del recinto multiusos, que sólo evita el cierre permanente con ferias, exhibiciones, exposiciones y jornadas electorales. Los agentes consultados por este periódico, que prefieren mantener el anonimato por la «discreción» con la que el departamento de Cultura está llevando a cabo los contactos, aseguran que si el equipamiento está «en condiciones», hay «margen de sobra» para dar uso al edificio. Eso sí, advierten de que el coste de la obra es un importante condicionante, ya que será «elevado» , y que no será fácil «que salgan las cuentas» para quien aborde el proyecto. De ahí que se asuma que no bastaría con un acuerdo de corta duración si el Ayuntamiento quiere incluir la reforma para recuperar la inversión inicial.

El propio departamento de Cultura, que encabeza la concejala Sonia Díaz de Corcuera (PNV), se ha fijado como «reto» convertir el espacio en un «auténtico» multiusos, la gran tarea pendiente desde que acabaron los toros en 2016. Es más, la edil señaló reciente la anomalía de que recintos similares de provincias vecinas, como el Navarra Arena, estén en el circuito de grandes eventos y el de Vitoria no. El pabellón de Pamplona tiene un aforo de 11.800 espectadores. Apenas son 2.200 asientos más que el Iradier, que tiene un máximo de 10.625.

También reclaman un revulsivo agentes culturales como la directora de la Red Municipal de Teatros, Marta Monfort, que ha apostado por un «gran espacio escénico como los que tienen Donostia o Bilbao», o el director del Festival de Jazz de Vitoria, Iñigo Zárate, que pedía «decisión y coraje para hacer un Iradier Arena nuevo». Empieza a ser un clamor.

Pero más allá de poner de relieve la necesidad de actuar en el equipamiento, el Gabinete Etxebarria no ha dado más pistas sobre sus próximos pasos. Desde Cultura insisten en que «se está trabajando» por dar con una salida viable, pero es una «carrera de fondo». La búsqueda de la mejor solución está aún en fase germinal. Los 39.000 euros que recoge el presupuesto de 2024 para el Iradier Arena no tienen si quiera un destino definido.