Vitoria entierra la feria taurina

A comienzos de este año expiraba el plazo para presentar las ofertas relativas a la feria de 2018, pero el Ayuntamiento no recibió ni un solo sobre. Según explicó la concejala socialista Estíbaliz Canto, que en un primer momento se había negado a sacar pliego para los toros, finalmente se decidió dar una nueva oportunidad para demostrar que no se trataba de un veto político, sino que no existía interés por parte de las empresas.

Por su parte, los empresarios del sector tacharon de «inasumibles» las condiciones de un pliego que les obligaba a contratar la banda de música o a costear la arena del coso, entre otras cuestiones. En 2016, el último gestor de la plaza, el empresario José Cutiño, renunció a la prórroga para organizar la feria.

Las vaquillas son el futuro, por lo menos el más inmediato, para las tardes festivas en el Iradier. El último agosto se celebraron durante tres días, uno de ellos dedicado al público infantil. El espectáculo de Vaquillas Txiki, desarrollado por la tarde, atrajo solo a 718 espectadores. Más exitosas fueron las matinales de vaquillas del día 5 (2.679 personas) y del Día del Blusa, cuando se congregaron en las gradas 2.202 espectadores. «La asistencia fue importante», valoró en su momento Canto.

Ya el año pasado, el Ayuntamiento se planteaba renunciar a los espectáculos vespertinos tras las bajas cifras de participación. El Grand Prix congregó a 677 personas y el Festejo Euskal Herriko solo logró atraer la atención de 620 espectadores. A pesar de estos malos datos, el balance global fue «positivo» ya que durante La Blanca 2018 el Iradier Arena sumó un 12.484 asistentes, una cifra superior a la del año anterior y la mejor «por primera vez en mucho tiempo».

La decisión del gobierno local de sacar a concurso la gestión de las vaquillas para La Blanca 2019 generará a buen seguro polémica en el Ayuntamiento. Tras la pasada edición, Irabazi ya exigió al Gabinete Urtaran que eliminara las vaquillas al considerarlo «un espectáculo basado en el maltrato animal» que choca con la declaración de Vitoria como Ciudad Libre de Maltrato Animal. También calificó de «ilegal» el espectáculo taurino destinado al público infantil.