![Vitoria se echa a la calle en el 3 de Marzo más político condicionado por el Memorial](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/03/03/ala-manifestac-k58B-U190802346173vmC-1200x840@El%20Correo.jpg)
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«Mira que hace tiempo, pero todos los años llega este día y se me pone una cosa aquí...». Serafín Hernando, de 71 años, se lleva la mano a la garganta, que se le hace un nudo al recordar aquella aciaga jornada de 1976. Es ... su forma de mostrar las cicatrices, hondas, que los asesinatos dejaron, más que en una generación, en toda una ciudad. Serafín se presenta como «extremeño, obrero y muy de izquierdas» y es una de las miles de almas que este viernes se han echado a la calle para conmemorar el 47 anivesrsario del 3 de Marzo.
Puntual, a las 18.30 horas, la manifestación, convocada por la asociación Martxoak 3 y los sindicatos ELA, LAB, ESK y Steilas, ha partido del entorno de la parroquia de San Francisco de Asís. Durante el recorrido, en el que se han coreado las habituales «Zuek faxistak zarete terroristak» y «policía asesina», algunos manifestantes, encapuchados, han vandalizado con pintura escaparates de sucursales bancarias y de un centro comercial y han quemado un contenedor en las inmediaciones de Artium, a pocos metros de donde se había desplegado un dispositivo policial. Una persona, según confirmaron fuentes de la Ertzaintza, fue detenida. Sin más incidentes reseñables, la marcha ha concluido en Los Fueros, donde el grupo Mice ha interpretado la canción 'Sugeak gara', compuesta para conmemorar esta fecha.
Ha sido una jornada de recuerdo, de memoria, de emociones y de rabia contenida. Pero, al mismo tiempo, ha sido un día en el que ha quedado patente que la ciudad ya está inmersa en plena precampaña electoral, con el futuro Memorial convertido en símbolo. Por la mañana, partidos y sindicatos han pasado a realizar sus ofrendas por el monolito que se levanta Zaramaga. Entre sus palabras de recuerdo a las víctimas, el presidente del Araba buru batzar (ABB), José Antonio Suso, sacó pecho por el «trabajo de las tres personas que me acompañan para que el Memorial pueda ser una realidad», dijo, flanqueado por el diputado general, Ramiro González, el alcalde, Gorka Urtaran y también por la candidata al Consistorio vitoriano, Beatriz Artolazabal, «que hasta hace quince días estuvo al frente del departamento de Justicia», deslizó el burukide para dejar claro y meridiano que ha sido ella quien se ha encargado de gestar el patronato para el futuro centro, una larga y árida negociación en la que se erosionó –y mucho– la relación entre las administraciones vascas y las asociaciones de víctimas.
La sucesora de Artolazabal en el Gobierno vasco, Nerea Melgosa, aseguró «sentirse orgullosa» por la constitución del Memorial. Tras dar cuenta del asunto en el Parlamento vasco, no obvió la polémica por la exclusión del Gobierno central en estos primeros compases de la fundación del centro y quiso dejar claro que «cualquier modificación sustancial de los estatutos, y la hipotética incorporación de un nuevo patrono lo sería, hubiese retrotraído el expediente a la casilla de salida». En otras palabras: si no se le ha dado cabida a Madrid en el patronato no es porque las víctimas hayan mostrado su rechazo más absoluto, es que, así, no se dilataba más un acuerdo que llevaba ya dos años cogiendo polvo.
No quiso «entrar en la polémica porque hoy no es el día, hoy toca recordar a las víctimas», Denis Itxaso, el otro protagonista de las últimas jornadas en el asunto del Memorial. Tras depositar una docena de rosas rojas, el socialista . A su lado, el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza reivindicó a los suyos como los «herederos» de Pedro María Ocio, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda, los cinco asesinados a manos de la Policía Armada, «entre los que había miembros del partido socialista, de la unión general de trabajadores y de comisiones obreras». También la secretaria general del PSE en Álava, Cristina González recordó «a unas víctimas que lo fueron por defender los derechos laborales y la mejor forma de homenajearles es seguir defendiendo esos derechos laborales».
Tras un aurresku y una sencilla ofrenda con claveles en la que participaron familiares de las víctimas, la candidata de EH Bildu a la alcaldía de Vitoria, Rocío Vitero protagonizó una sentida intervención, muy aplaudida, en la que, con en tono y formato de mítin, denunció «el modelo de impunidad que continúa vigente, que se dejen de obstaculizar todos los intentos para sentar en el banquillo a Martín Villa», clamó provocando una sonora ovación. Representantes de los partidos de izquierda, también honraron a las víctimas y lanzaron un mensaje a las instituciones «para que cuenten con las víctimas para el Memorial, porque son imprescindibles», dijo Garbiñe Ruiz, candidata de Elkarrekin al Consistorio.
Por su parte, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, por separado y con matices, coincidieron a la hora de señalar la necesidad de «seguir, ahora más que nunca, manteniendo la lucha obrera». En un manifiesto conjunto, el resto de centrales (ELA, LAB y ESK) han asegurado «que las mismas razones por las que se organizaron las asambleas y los movimientos populares de 1976 siguen vigentes hoy en día».
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