Vitoria despeja el camino de la futura residencia de mayores de Txagorritxu

La intervención persigue «dotar de un entorno que facilite el desplazamiento a pie y que resulte agradable» en la zona más cercana al aparcamiento, donde no hay espacio para los peatones. Además, facilita que a la residencia lleguen suministros y telecomunicaciones. El proyecto tiene una duración prevista de seis meses, por lo que en principio no supondrá un obstáculo para que la residencia abra en 2025, como tienen previsto los constructores.

La urbanización de la zona parte con un presupuesto de 340.000 euros, pero las dos empresas interesadas en su ejecución lo han rebajado entre un 5 y un 15%. Esta actuación se encuentra pendiente desde hace más de dos años. Fue entonces cuando los nuevos dueños compraron la parcela contigua a cambio de unos 4,5 millones de euros. La inversión total, entre la construcción del inmueble y la instalación de equipos y mobiliario, rondará los 12 millones.

La futura residencia, que estará gestionada por Vitalitas, tendrá capacidad para 124 usuarios, la mayoría en habitaciones individuales. El centro se diferenciará por tener una unidad especializada en reparación de daño cerebral, orientada para personas que hayan sufrido un ictus o episodios similares.

La construcción del edificio se realizará con materiales sostenibles y la mitad de la energía que consuma procederá de renovables, tanto por las placas fotovoltaicas que se instalarán en la cubierta como por la caldera de biomasa.

El recurso también se caracterizará, según sus impulsores, por la independencia de los usuarios, que contarán con varias unidades convivenciales de máximo diez personas, comedores a los que podrán acudir sus familiares y un apartamento en el que podrán alojarse allegados en casos especiales.